Un sábado con los amigos (Andrea Camilleri)

"De golpe nota en su interior un temblor continuo, que en el bajo vientre se transforma en contracciones cada vez más agudas.

Está sudando y le cuesta respirar.

Debe irse lo antes posible de esa casa. Allí está en peligro."

El primer momento que recuerdo de mi vida es de un día de verano. Alguien (mi padre o mi madre) me lleva en sus brazos. Va caminando con sus pies desnudos sobre la arena que quema sorteando gente y toallas. Vamos a la orilla del mar. Sobre mi cabeza, un gorrito playero blanco y rosa. Nadie en mi familia recuerda ese gorro, ni mis padres ni mis hermanos aun siendo mayores que yo. Sin embargo yo estoy segura de que ese gorro existió, puedo claudicar en cualquier otro detalle de mi recuerdo excepto en ese. Así que ya veis, mi primer recuerdo vital se reduce a un infantil complemento playero. No está mal, ¿verdad?, si tenemos en cuenta que esa simple prenda protectora representa un día familiar en la playa. Desgraciadamente no todo el mundo guarda recuerdos tan agradables de esos tiernos años. Hay gente que recuerda asuntos feos, desagradables, que se quedaron grabados para siempre en sus retinas y sus mentes. Son recuerdos que están siempre ahí, latentes, y que se manifiestan en ellos una y otra vez, acosándolos, torturándolos, deleitándolos. A veces son como un aviso para escapar pero, ¿cómo huir cuando el peligro es uno mismo? A veces hay libros que deberían venir también con un aviso, con una advertencia, como los medicamentos y las cajetillas de tabaco: este libro puede perjudicar gravemente su tranquilidad mental, este libro contiene escenas que pueden herir su sensibilidad, este libro puede resultar tremenda y profundamente perturbador...

Portada de Un sábado con los amigos

La casa a la que alude la cita del inicio es aquella en la que se reúnen los protagonistas de esta novela para pasar, como bien dice su título, "Un sábado con los amigos". Se trata de tres parejas que suelen juntarse a cenar periódicamente para ponerse al día. En esta ocasión se les une también un séptimo amigo del que hacía tiempo no sabían y que súbitamente ha reaparecido en sus vidas. Todos son viejos conocidos de sus tiempos de estudiantes, aunque tal vez no se conocen tan bien como ellos creen. Bueno, algunos sí que se conocen demasiado bien. Todos guardan secretos. Secretos antiguos, secretos oscuros. Todos esconden algo que no pueden confesar. Hasta ahora, todas esas reservas han permanecido civilizadamente controladas, pero la irrupción del nuevo invitado y todo lo que su regreso implica, activará la válvula más íntima de cada uno de ellos y convertirá esa casa en una olla a presión a punto de estallar.

"Esta noche han querido traspasar ese punto de no retorno, casi ante los ojos de todos. Por fin han arribado a una isla exclusivamente suya, inaccesible."

Andrea Camilleri es un narrador sobrio, escueto. Ofrece los detalles justos para ponernos en situación, para que nos hagamos una composición de lugar. Se detiene sólo en los pormenores importantes para sus personajes y necesarios para el lector. Se limita a contarnos escenas. Nosotros sólo sabemos lo que sucede en ese momento aunque intuimos que hay mucho más detrás. Poco a poco va dejando caer información para que podamos rellenar esos vacíos. Presentimos que algo sucedió cuando los protagonistas eran jóvenes, así que nos los presenta en sus años de instituto y universidad. Pero siempre es él quien maneja los tiempos y dosifica la información, nosotros atamos cabos y sacamos conclusiones. Va más atrás en el tiempo si cabe, al origen de todo, donde comenzó a fraguarse lo que sucederá esa noche.

¿Queréis saber cómo empieza este libro? Los finales no deben contarse pero, ¿quién nos impide contar el principio? La novela comienza con escenas infantiles. No se nos dice el nombre de los pequeños protagonistas. Al principio pienso que son sólo un niño y una niña pero enseguida me doy cuenta de que son varios, tantos como protagonistas adultos conoceré después. Tendré que recorrer muchas páginas para poner nombre a esos niños, con algunos no podré hacerlo hasta el final, al igual que no será hasta ese momento cuando conozca como terminan esas escenas. Para entonces ya será tarde, ya se ha abierto la caja de los truenos. O quizás siempre estuvo abierta.

noamuccio. Fotografía de Marco Arcangeli

Es increíble (y en cierto modo admirable) la constante búsqueda que hace la especie humana para hallar justificación a los actos más perversos cometidos por algunos de sus miembros. Y cuando estos escapan a la razón y a la más elemental empatía recurrimos a la locura como medio de expiación. No sé si esto es suficiente para redimirnos. Indudablemente hay gente trastornada, hay también gente que ha tenido que presenciar y vivir a muy corta edad cosas por las que nadie debería pasar, pero a veces hay sucesos y comportamientos que se escapan de esa explicación. Y eso es lo que nos muestra esta historia, lo que nos asusta y nos da miedo y no queremos reconocer, la posibilidad de que haya personas como tú, como yo, conviviendo entre nosotros, que alberguen dentro de sí la maldad más absoluta.

Camilleri desnuda esa maldad para nosotros y lo hace sin concesiones. La va despojando de cada capa. Va disponiendo las piezas para que nosotros armemos el puzle, y una vez terminado no nos gusta lo que nos muestra. Tampoco debería extrañarnos, nos ha ido dando piezas feas, fragmentos bañados en los más bajos deseos. Es de agradecer la forma en que lo ha hecho, sin recrearse deliberadamente en lo más sórdido. No hace falta, aquí todos somos adultos (otra advertencia más: mantener este libro fuera del alcance de los niños), todos vemos las noticias, todos sabemos que estas cosas pasan aunque todos las queramos lejos.

Y es eso precisamente lo más aterrador de este libro. Los sucesos son ficticios, los personajes también, pero la historia es tan real... y está tan bien contada... Tan sólo (y haciendo un esfuerzo) le puedo achacar lo difícil y poco probable que sería que se encontraran en el tiempo y el espacio tal elenco de personajes, pero ni siquiera me atrevo a decirlo muy alto, tal es el número de ocasiones en que la realidad supera a la ficción. Y sí, esa es la sensación que me ha dejado este libro al cerrarlo, la certeza de que todo lo en él narrado bien podría ser verdad. Aquí os lo dejo para el que se atreva a volver a abrirlo. Hallará un magnífico y estremecedor relato, pero el que busque algo bonito o esperanzador no lo encontrará. Advertidos quedáis.

"...siento decirte que es la realidad la que tiene una imaginación enfermiza..."

Terraza. Fotografía de Daniel Lobo

Ficha del libro:
Título: Un sábado con los amigos
Autor: Andrea Camilleri
Editorial: Salamandra
Año de publicación: 2014
Nº de páginas: 160

Primeras páginas

Primeras páginas de "Un sábado con los amigos"