Bartleby, el escribiente - Herman Melville
«Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir» , dijo una vez Italo Calvino. Eso me cuenta Enrique Vila-Matas en el prólogo a la historia que os traigo hoy. Si os soy sincera, he de confesar que elegí la edición de Penguin Clásicos de esa historia por el prólogo del escritor barcelonés. Con las menciones que a Bartleby hace en Montevideo y sabiendo que tiene un libro titulado Bartleby y compañía , es decir, barruntando que esta obrita (en diminutivo por sus dimensiones) de Herman Melville es una de sus lecturas fetiches, no pude evitar tener el presentimiento de que ese prólogo iba a ser el complemento perfecto para ella, es más, de que le iba a dar una dimensión más amplia a mi lectura. El prólogo de Vila-Matas bien merecería una reseña para él solo, pero, en cualquier caso, a lo que he venido es a hablaros de Bartleby, el escribiente . Si he querido comenzar hablándoos de dicho prólogo es porque esa frase de Italo Calvino mencionada en el mismo me ha