Mientras agonizo - William Faulkner
La tierra da. La tierra quita. Sustento. Sudor. Vida. Muerte. Tierra dorada por el sol, tierra regada por la lluvia. Protegida por el cielo, bañada por sus ríos. Tierra trabajada por el hombre, hombre doblegado por la tierra. La tierra es un dios. La aramos y le oramos. El hombre sus discípulos, sus ángeles caídos. La tierra crea al hombre. El hombre cree en la tierra.
"He aquí el inconveniente de esta tierra: todas las cosas, el clima, absolutamente todo, persisten demasiado. Nuestro campo es lo mismo que nuestros ríos: opaco, lento, violento; modela y crea la vida del hombre a su imagen y semejanza: implacable, taciturno."
Portada de Mientras agonizo |
El río es mi viejo conocido Mississippi de "Las palmeras salvajes" (leer reseña aquí). La tierra, el ficticio condado de Yoknapatawpha, inspirado en la tierra natal del autor y coprotagonista silencioso en tantas de sus novelas. El viaje, cobrará un significado diferente para cada uno de los miembros de la familia Bundren. Será una búsqueda, un desafío, una oportunidad, un principio y fin. Será una lucha contra los elementos.
"Él es mi cruz, como será mi salvación. Él me salvará de las aguas y del fuego. Incluso aunque haya rendido el último suspiro, no dejará de salvarme."
William Faulkner utiliza la figura del monólogo interior y da con ella voz a cada uno de sus personajes, permitiéndonos no solo conocer sus pensamientos íntimos sino también ver a cada uno de ellos a través de los ojos de los otros. Los capítulos de su novela son cortos y cada uno está narrado por un personaje diferente. No se limita a recurrir tan solo a los miembros de la familia Bundren, muerta incluida, sino que vecinos y diferentes personas que encontrarán por el camino colaborarán también en la narración. Pese a lo que cabría esperar, tal prolijidad de narradores no resulta confusa ni engorrosa. Su estilo es rico, cuidado, evoca imágenes bellas en lo grotesco, cargadas de lirismo en lo dramático de su esencia. Una narración deprimente (por lo que cuenta, no por la narración en sí) y que sin embargo por momentos casi resulta hasta cómica.
Fotos de Skitterphoto y Josh Staiger |
"Mientras agonizo" puede considerarse una alegoría de la vida, entendiéndose esta como un ir yendo al encuentro de la muerte. Su propio título es revelador y la misma Addie recuerda en la novela las palabras que le dijera su padre: "la finalidad de la vida no es otra sino la de aprestarse a estar mucho tiempo muerto." Comenzaba esta reseña comparando la tierra con la vida, no en vano, para los Bundren como para tantas otras familias pobres campesinas es prácticamente lo mismo. Hacía una analogía también de esta con un dios, y es que la religión también estará presente en estas páginas. La fe que nos es dada, cual fruto de la tierra, la que crece arraigada en nosotros, la que no nos cuestionamos, como tampoco se nos ocurriría negar la sucesión de las estaciones. Y esta religión, para algunos mito, se cruza con lo profano. Hay algo de augurio, de no saber qué pero presentir que hay algo acechando. Hay misterios, pistas silentes. Cada personaje es una figura de matrioska, cada capítulo un abrir, descubrir y un deseo tenebroso de seguir jugando.
"...nos miramos el uno al otro con miradas inquisitivas, miradas que se hunden sin empacho en los ojos del otro, y que penetran en el interior del último lugar secreto, en el que, por un instante, Cash y Darl se agazapan, se encogen, se acuchillan, dentro del espanto ancestral, dentro de los ancestrales agüeros, completamente consternados, en alerta actitud, escondidos, sin pudor. Cuando hablamos, nuestra voces son tranquilas desarraigadas."
Los personajes que construye Faulkner son magníficos y fascinantes a la par, enganchan, queremos saber más, recorrer sus recovecos. Las complejas relaciones que mantienen, o su aparente falta de ellas también ejercen cierto magnetismo sobre nosotros; esa carencia de afecto entre muchos de ellos y paradójicamente esa unión en pos de un objetivo común, unión que pugna en momentos por quebrantarse cual nudo intrincado en el que cada miembro de la familia tirase de su propio cabo. Su viaje y su tenacidad es febril, delirante, como febriles y delirantes son también los monólogos internos de algunos de ellos. Hay un atisbo de locura en alguno de los hijos, destellos que alumbran la tierra inclemente. Al fin y al cabo qué es la locura sino otra forma distinta de reinterpretar la vida. Locura, bendición o maldición. Locura, liberación y ascensión al cielo o condena a anclarse definitivamente a la tierra. A veces, la más cuerda de las vidas representa el mayor ultraje a la misma, la más atroz y descarada de las locuras. Quién es más loco, quién lo es menos. Quién más cuerdo, quién más terco. Qué somos todos sino tercos campesinos afanándonos en alcanzar la cima sin conseguir comprender que lo que resta de viaje inexorablemente ha de ser camino descendente.
"La vida fue creada en los valles. Se alzó en un estallido violento a las alturas, impelida por los viejos terrores, los viejos apetitos, las viejas desesperanzas. Tal es la razón de que para bajar las cuestas en el carro haya primero que subirlas a pie."
El corcel negro. Fotografía de Angelogyn |
Ficha del libro:
Título: Mientras agonizo
Autor: William Faulkner
Editorial: Alianza
Año de publicación: 2013 (1930)
Nº de páginas: 224
(Nota: Tanto la portada como los datos del libro que os he dejado corresponden a la última edición que de la misma ha hecho Alianza Editorial, que creo que es la más reciente de esta novela en España. La que yo he leído es la edición de RBA de 1995 (no figura en la web de la editorial) y las citas que acompañan a esta reseña pertenecen a la traducción realizada por esta última editorial.)
Pues no tiene mala pinta lo que cuentas. Me la llevo apuntada y a ver si la veo en mi librería :)
ResponderEliminarBs.
No me parece que haya ninguna edición reciente. En una de segunda mano tal vez o por internet.
EliminarBesos
Buenísima reseña, tengo a Faulkner pendiente, debo iniciarme con él este año sin falta. Un saludo!
ResponderEliminarNo tardes. Es enorme.
EliminarSaludos.
Yo aún no he leído nada de Faulkner, y ésta parece una muy buena opción para empezar. Me llama su sinopsis y lo que tú nos cuentas.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Ya tienes título entonces para iniciarte. A por él.
EliminarUn abrazo
Faulkner siempre deja huella. Esta novela no la he leído, quizás lo haga después de leer tu fabulosa reseña. Las alusiones que haces a la vida de la gente que vive en y del campo me han atraído pues soy nieta de agricultores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha parecido que la ambientación era un personaje más de la novela, o incluso el hilo conductor. Y ese retrato de los personajes como seres básicos o primarios creo que esta muy ligado a la ignorancia de los campesinos (de aquella época, por supuesto, ahora no necesariamente tiene por qué ser así).
EliminarEspero que te guste si la lees.
Un abrazo
¡Hola!
ResponderEliminarAún no me he animado con Faulkner y le tengo muchas ganas. Precisamente este libro es el que más me apetece leer del autor.
He leído por encima tu reseña para saber lo mínimo cuando me anime con el libro. Espero no tardar en darle una oportunidad y espero disfrutarlo.
Un beso
Yo también espero que lo disfrutes y que nos lo cuentes, Isa.
EliminarBesos
Lo más destacable de Faulkner, creo, es el desapego que sienten los protagonistas de todas sus novelas a los que solemos denominar "los seres queridos". Es como si el amor pudiera surgir sólo si las necesidades básicas están cubiertas. Veía al ser humano como a un animal más, ¿no?
ResponderEliminarbesos
De Faulkner solo he leído este y "Las palmeras salvajes". En el segundo no se da ese desapego, pero es un libro atípico. En este sí que se da claramente, e incluso egoísmo. Como comentaba antes una forma de ser un tanto básica y primaria. Sí, un tanto despersonalizada, siguiendo solo sus instintos.
EliminarBesos
Siempre tienes libros melancòlicos para reseñar, lo cual me fascina porque se supone que es gente real. Yo no sè por què ni sè si eso me hace daño, pero este tipo de novelas son las que màs me gustan. Lastimosamente, cuando paso a las librerìas no doy con estos libros.
ResponderEliminarFaulkner, ya lo he anotado en mi agenda.
A veces me paro a pensar si hay algo mal en mí porque sí que es verdad que tiendo mucho a lecturas tristes, duras, etc. Pero supongo que simplemente es que se lee sobre lo que nos preocupa para intentar entenderlo.
EliminarHay que indagar y no quedarse solo con los libros más expuestos que suelen ser los más comerciales.
Besos
Emocionante tu reseña, Lorena. No quería leerla hasta no terminar la mía (me queda muy poco), pero no he podido resistir la tentación.
ResponderEliminarHay novelas que marcan diferencias y esta, este autor, pertenece a ese grupo. Me ha impactado, me ha encogido el alma. de todas las novelas de Faulkner que he leído, ésta es la que más me ha impresionado.
Coincidimos en un par de citas. Ya están puestas en mi reseña. No es extraño: son tan brutales que no pasan inadvertidas.
Un beso. Nos "vemos" mañana en la tertulia.
Sí, parece que me adelanté con la reseña.
EliminarEs que hay citas que parece que resumen muy bien lo que se quiere transmitir y es tentador recurrir a ellas pues es un libro difícil de explicar.
Yo no sabría decir cuál de los dos libros suyos que leí me ha gustado más. Ambos con elementos comunes y a la vez completamente diferentes.
Mañana 'tertuliaremos'. Besos.
Recuerdo perfectamente el momento en el que leí "Mientras agonizo", formaba parte de una colección de El País: "Clásicos del s. XX". Fue en el año 2002 y como es natural, recordaba poco. Con tu reseña has logrado revivir detalles insólitos (en algún sitio estaban); es un libro que me marcó y me siento tentado de hacerle un hueco, aprovechando esta inercia. Pero es que son tantos y tantos...
ResponderEliminarCoincido respecto a la fascinación que provocan los personajes de Faulkner, entonces me pareció que era como estar dentro de su mente, digamos que fue una lectura que rompía con lo que había conocido hasta entonces. La tozudez del campesino es proverbial, todavía puedo verla con claridad en mi abuela y eso que ya salta los 90 años. Como bien dices al principio, la tierra exige mucho y da poco a cambio.
Un abrazo!
Esa mentalidad terca del campesino, y especialmente del campesino de esos años, que estaban más cerrados en su mundo. Dura su vida, sin duda.
EliminarMe alegra habértela hecho revivir. Hay tantos detalles en esta novela... Obviamente no he podido dejarlos todos en la reseña (a algunos incluso le he hecho un guiño con las fotos) y seguramente si lo leyera de nuevo captaría matices nuevos.
Faulkner ha hecho una introspección psicológica apabullante y ha sabido además engancharnos con ella y llevarnos por el libro fascinados.
Gracias por tu aportación.
Un abrazo
Me ha gustado mucho tu comentario, Lorena. En especial me ha encantado ese primer párrafo con el que entras con tus propias y bellas palabras en el meollo de "Mientras agonizo": la Tierra y el poder que ejerce sobre los seres que la habitan, la trabajan y por último la ocupan para alimentarla con sus propios restos.
ResponderEliminarYo, como Rosa, estoy finalizando mi reseña y la publicaré al finalizar hoy o como muy tarde mañana a primera hora. Me he permitido tomar tu ficha del libro y adaptarla a los datos de la edición que yo he manejado. espero que no te parezca mal.
Creo que la idea de que el labrador es torpe, pobre y no progresa aparece en la obra enfrentando a estos campesinos con los hombres de ciudad que son tenidos por más listos, menos pobres y más evolucionados. Pero ¿quiénes son más auténticos, más dignos de ser imitados? Creo que el gran Faulkner nos deja esa elección a nosotros mismos: sus lectores.
Un fuerte abrazo
No hay prisa con la reseña como le comentaba a Rosa por lo visto es mejor publicarla tras la tertulia.
EliminarLa ficha del libro está a tu disposición, por supuesto, además esos datos no son de mi propiedad.
Todo está muy arraigado y ligado a la tierra en este libro. Y sí que creo que hay una contraposición entre la ignorancia del campesino y los hombres de más mundo de la ciudad. Aunque hay que mencionar también que no todos los campesinos que aparecen en este libro son tan tercos como los Bundren.
Un abrazo
Lo primero gracias por tu estupenda reseña. En cuanto al libro que nos traes todavía no he leído a este autor y este no seria mal titulo para empezar con el, un beso
ResponderEliminarGracias a ti por leerla. Espero que te guste Faulkner y el libro.
EliminarBesos
Y yo sin leer nada de Faulkner aún. Desde luego, tras leerte, me queda claro que tengo que ponerle remedio.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues a ello ;)
EliminarBesos
Acabo de terminarlo ahora mismito, no había leido nada aún de este autor y me ha dejado "boquiabierta"...tu reseña maravillosa como siempre paxarina mia...me dais una envidiaaaa....quisiera reseñar aunque fuera medianamente bien mis lecturas...pero creo que tendré que conformarme con leer las vuestras...por cierto,lo que màs me ha impresionado del libro es el estilo narrativo...tantos narradores...tantas introspecciones...debe ser algo dificilisimo para el autor....un besin paisanina...mañana nos vemos en la tertulia...cruzo dedinos
ResponderEliminarGracias, Susy.
EliminarYo he leído más libros con esta técnica narrativa aunque no con tantos narradores (todo un mérito conseguir que el lector no se líe) También he leído que Faulkner fue el primero en utilizarla, así que además de un gran escritor fue un innovador. Es el segundo libro suyo que leo y estoy fascinada, así que seguro que caerán más.
La tertulia no ha ido nada mal, ¿eh? Qué gusto compartir impresiones y también descubrir algún matiz de la novela que no había captado.
Besinos
No me he estrenado con el autor y todos cuentan maravillas aunque no sé por qué me da que quizá ésta no sea una lectura para mi. Me la llevo apuntada con reservas.
ResponderEliminarBesos
Pues déjala ahí a la expectativa, a ver si con el tiempo te vas animando. Yo también tardé lo mío en decidirme con Faulkner.
EliminarBesos
Me encanta Faulkner y este es de mis favoritos. Ese momento que gana tal intensidad en el que ya piensas, deja que muera por Dios, sin querer tampoco que termine esa permanente reflexión...
ResponderEliminarHe dicho que me encanta?
Besos
Lo mío era casi más un: ¡por Dios, dadle ya sepultura y dejadla descansar en paz! Pero sí, Faulkner encanta y maravilla.
EliminarBesos
Yo aún tengo pendiente leer a Faulkner, pero me estrenaré con El ruido y la furia, ya que lo tengo en casa.
ResponderEliminarTu entrada (por cierto, muy buena, como todas las tuyas) me ha animado a leerlo, a ver si aligero mi larga lista de pendientes...
Un abrazo.
Me alegra haber contribuido a animarte a leerlo. Yo he de añadir a mi lista todos sus libros pendientes, así que más que aligerar todo lo contrario.
EliminarUn abrazo
Uno de mis eterrrrrnos pendientes!
ResponderEliminarBesotes
Te animo a estrenarte con él.
EliminarBesos
No me he estrenado con este autor. Y la verdad que no me importaría leer este. Un beso ;)
ResponderEliminarDicen que es de sus novelas menos complejas así que tal vez sea una buena opción para empezar.
EliminarBesos
Enormemente contenta de haber dado con tu bloc.
EliminarAcabo de leer tu reseña con calma y fascinación a la vez.
Faulkner: lectura pendiente que espero no demore.
Muchas gracias!
Muchas gracias por tus palabras. Faulkner también era uno de mis grandes pendientes pero hay que lanzarse y ver si ejerce sobre uno esa fascinación. Espero que sea así también contigo.
EliminarBesos
Pues por aquí otra que aún no ha leído nada de este hombre :(
ResponderEliminarbsos!
Pues solo puedo animarte a que lo leas.
EliminarBesos