El salto de Trafalgar - Ernesto Rodríguez

Saltar. Tomar impulso, cambiar de posición o dirección. El salto suele implicar dejar algo atrás. Conlleva vértigo, el lugar de aterrizaje por mucho que se haya estudiado siempre es desconocido. Hace falta cierto arrojo y valentía. Tal vez no siempre, a veces un salto es una huida hacia adelante, un no querer afrontar nuestras circunstancias particulares. En cualquier caso todos nuestros saltos cierran una puerta y abren otra. El lugar hacia el que se salta y el momento en el que se decide hacerlo es determinante. Con cada salto nace una alternativa y mueren infinitas de ellas.

"Soy el autor de muchísimas novelas que nunca he escrito. Todas pesan."

Portada de El salto de Trafalgar

Empezar un nuevo libro es en parte como dar un salto, por muchas expectativas que nos creemos nunca podemos estar seguros de lo que nos vamos a encontrar. Son diversos los motivos que nos impelen a saltar hacia un libro en cuestión. En mi caso llegué a "El salto de Trafalgar" por ser uno de los nominados al Premio Guillermo Baskerville al mejor libro independiente organizado por la web literaria Libros Prohibidos del cual soy uno de los miembros del jurado. La novela de Ernesto Rodríguez nos cuenta la historia de Trafalgar, un profesor de secundaria desmotivado por su trabajo y por su vida. El tedio, la inacción y la falta de objetivos le conducen un día, casi sin pensarlo y sin darse cuenta, a arrojarse por la ventana hacia el piso del patio de vecinos. Su intento de suicidio se queda solo en un intento, pero desde el momento en el que despierta en el hospital empieza a experimentar desubicaciones corporales. Trafalgar se mueve por otras realidades en las que a través de sus saltos suplanta a sus 'yos' alternativos.

"Esta es una vida de fingimientos. Trafalgar se desliza por los pasillos del instituto con su andar de sapo despistado. Fingiendo ser profesor. Fingiendo ser feliz. Fingiendo ser otro él. Fingiendo sentirse cómodo en ese mundo loco en el que no tenía tanto miedo."

Ernesto Rodríguez nos plantea hasta siete realidades diferentes. Los saltos son rápidos y dinámicos, y el autor se encarga muy bien de ubicarnos en cada uno de ellos para que no nos perdamos con tanto vaivén. Algunas realidades alternativas son similares a la original, otras distan bastante de esta e incluso hay un evidente cambio de contexto histórico, como si se hubiesen escindido de la línea temporal muchos más años atrás que las primeras. Las hay también verdaderamente surrealistas y no queda otra que tomarlas con sentido del humor. Todo esto unido al estilo imprimido a la narración, tal vez demasiado coloquial para mi gusto, otorgan a esta novela una estética muy de cómic.

"Y en cualquiera de las infinitas posibilidades del libre albedrío hay una puerta hacia lo inesperado. El porvenir y su maravillosa talla de monstruo. El futuro es un animal con dos cabezas: una es gris y la otra tiene miles de colores. Y la única diferencia entre ambas es cómo les da la luz de las ilusiones de Trafalgar."

Los personajes están escasamente profundizados. Casi todos aparecen en las diferentes alternativas del multiverso de Trafalgar aunque no siempre desempeñan el mismo papel. Es el autor el que se encarga de presentárnoslos, no es este de esos libros en los que el lector los va conociendo a través de sus pensamientos, sentimientos y actos y saca sus propias conclusiones. Con la trama y el mensaje de este libro ocurre de igual manera.

Trafalgar vive su vida sin vivirla, sin tomar parte activa en ella. Es a partir de sus abruptas irrupciones en las diferentes versiones de lo que pudo ser su vida que empieza por fin a plantearse que él también tiene algún poder sobre el camino que esta siga. El verdadero salto al que hace referencia el título de esta novela es ese del que os hablaba al inicio de esta reseña, es el tomar decisiones, es el mover ficha para seguir en el juego, para jugar nuestro juego y no dejar que otros lo hagan por nosotros. Pero desgraciadamente, como os decía, hay saltos que pueden significar una huida hacia adelante.

"No hay monstruos más grandes que los que se inventa el hombre."

My Peg Obssesion. Fotografía de Nicki Mannix

Esta historia, que tiene también ciertos tintes de metaliteratura, aborda la ficción y la literatura como una forma de evadirse de la realidad, de suplir en cierto modo el desencanto de la rutina o de nuestras frustraciones con una o varias realidades inventadas. Y admitiendo esta premisa no puedo más que declarar nuestras posturas prácticamente irreconciliables. Yo concibo la literatura como todo lo contrario, como una forma de afrontar la realidad y de reinterpretarla bajo múltiples prismas. La realidad y mi realidad.

No dudo que este libro tenga suficientes elementos para que muchos lectores puedan disfrutar de sus páginas. Para aquellos otros que sin embargo busquen en los libros lo mismo que yo, el de Trafalgar será un salto cuyo destino y origen coincidan en el mismo lugar.

"Ese es el vértigo. Escribir es como saltar al vacío."

Leer también debería serlo.

Ficha del libro:
Título: El salto de Trafalgar
Autor: Ernesto Rodríguez
Editorial: 120 Pies
Año de publicación: 2015
Nº de páginas: 197
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