Charlotte - David Foenkinos

Qué difícil es definir el arte. Será porque es algo subjetivo. Será porque es algo sensitivo, que apela a las emociones. Decía el pintor bielorruso Marc Chagall que "el arte es sobre todo un estado del alma". Kant, siempre más práctico, afirmaba que "la belleza artística no consiste en representar una cosa bella, sino en la bella representación de una cosa". No sé si una obra artística ha de ser siempre bella, supongo que lo fundamental es que transmita algo. Lo que sí sé es que para que a mí me conmueva he de hallar belleza en ella. Y si no consigue conmover será arte para otro pero para mí no lo es. No tiene por qué tratarse de una belleza meramente estética, es algo que te entra por la piel, con el aire que respiras, que te encoge y te expande por dentro, que te aísla del mundo y a la vez te reconcilia con él. Es algo que te toca el alma porque ese algo tiene alma también. Y es un alma bella. Porque para mí, un alma, con su oscuridad, sus rarezas, sus heridas, sus imperfecciones, siempre es bella. O tal vez sea el artista quien la haga bella. Puede que Chagall y Kant tuvieran ambos razón. Yo qué sé. Yo no entiendo de arte. Sólo sé que el libro que os traigo hoy es pura belleza y alma. Para mí este libro es puro arte y su autor es un artista.

"Tiene que contar la historia de su familia.

Antes de que sea demasiado tarde.

Algunos dibujos son más bien apuntes.

No pinta, corre.

Ese frenesí de la segunda mitad de la obra resulta abrumador.

Una creación al borde del precipicio.

Recluida, más flaca y muerta de miedo, Charlotte se olvida de sí y se extravía.

Hasta el final."

Portada de Charlotte

La protagonista de "Charlotte" también es una artista. Charlotte Salomon fue una pintora alemana de origen judío que recaló en el sur de Francia huyendo del Berlín de los nazis. Allí compone ¿Vida? o ¿Teatro?, una obra autobiográfica que aúna pintura, música y literatura. Siete décadas después de su muerte el escritor francés David Foenkinos descubre a la pintora en una exposición en París y se obsesiona con ella. Él aún no lo sabe, pero ese encuentro será el germen de la biografía emocional que es esta novela.

"Podemos abandonarlo todo menos las obsesiones."

Obsesión. Encontraremos mucha en estas páginas. No sólo la de Foenkinos con Charlotte, sino también la de la propia Charlotte con el hombre del que se enamora. Y en la familia de Charlotte también hay mucha obsesión y locura. La joven Salomon desciende de un linaje de suicidas por línea materna. Es como una tendencia hereditaria. Siempre se ha relacionado el arte con la locura, pero si os soy sincera, lo que he encontrado en este libro, más que locura, es una extrema sensibilidad.

"Ante las incoherencias maternas, Charlotte es dócil.

Amansa su melancolía.

¿Así es como llega una a ser artista?

¿Acostumbrándose a la locura de los demás?"

No soy aficionada a la pintura. No conocía a Charlotte Salomon antes de leer este libro. No sé lo que me transmitiría su obra de tenerla delante. Pero algo muy fuerte e indescriptible debió de sentir el escritor parisino para escribir sobre ella como lo ha hecho. Escribe prosa pero como si fuera poesía. No sólo por la belleza de sus frases sino porque cada una de ellas empieza una línea nueva, como si de versos se tratasen. Son frases cortas y sencillas pero que albergan una gran profundidad. Se conozca o no la vida de Charlotte con anterioridad, se intuye desde las primeras páginas que será una vida trágica, destinada al sufrimiento, y a pesar de ello, es una lectura que ofrece calma. Te dejas mecer por esas frases que te acunan, y te adormeces ligando tu sueño al ritmo vital de Charlotte. Tan sólo al final salimos de esa ensoñación para encararnos con la abrupta realidad. Y nuevamente esa sencillez que nos noquea, que nos conmueve. Cómo se puede decir tanto con tan poco. Y con qué dignidad nos lo cuenta Foenkinos. Un historia triste y dura, oscura a veces, pero qué limpio, cuánta luz, cuánta belleza.

"Las palabras no siempre necesitan un destino.

Se les permite detenerse en las fronteras de las sensaciones.

Vagando sin cabeza por el ámbito de lo impreciso."

Sepia piano. Fotografía de martinak15

El también autor de "La delicadeza" no se limita a contarnos sólo la historia sino que se erige en narrador de la misma. Hace incisos a veces para compartir con nosotros sus indagaciones, ese seguirle los pasos a Charlotte, y ni siquiera en esos momentos pierde la narración su cadencia. El autor se ha convertido en Charlotte. Es su alma. Es su voz.

"Todo cuanto me tenía trastornado desde hacía años.

Warburg y la pintura.

Los escritores alemanes.

La música y la fantasía.

La desesperación y la locura.

Ahí estaba todo.

En un estallido de colores vivos.

La complicidad inmediata con alguien.

La sensación extraña de haber estado ya en un sitio.

Todo eso me daba la obra de Charlotte.

Ya conocía lo que estaba descubriendo."

"Esta es toda mi vida", le dice Charlotte Salomon a su médico cuando le entrega su obra conclusa para que la custodie. Su vida está en sus pinturas. Su vida está en este libro. ¿Vida o teatro? ¿Autobiografía o memorias? ¿Es la historia fidedigna de su vida la que plasma en su obra o la historia de sus obsesiones? ¿Es la vida real de Charlotte la que nos cuenta Foenkinos o la que él le imaginó al sentir sus pinturas y averiguar sobre su pasado? Qué más da. ¿Qué es vivir sino sentir? ¿Qué puede tener mayor relevancia para traspasar las fronteras del tiempo? Gracias, Charlotte Salomon, por ser musa e inspiración. Gracias, David Foenkinos, por tanta verdad (fidedigna o no), por tanta belleza. Ojalá pudiera describiros el estado de mi alma al leer este libro.

"Cuando salimos de una obra, el mundo exterior reaparece.

Deslumbrante, después de tantos meses de introspección.

Perdemos de pronto la costumbre de mirarnos por dentro."

Charlotte Salomon painting in the garden about 1939

Ficha del libro:

Título: Charlotte

Autor: David Foenkinos

Editorial: Alfaguara

Año de publicación: 2015

Nº de páginas: 216

Premios: Premio Renaudot y Premio Goncourt des Lycéens

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Os dejo una entrevista que David Foenkinos concedió al programa 'Página dos' de TVE en la que habla sobre "Charlotte".