Fémina - Ángela Barco
Las ciudades guardan un registro de sus habitantes, las casas susurran a gritos las vidas de sus inquilinos. Ambas adoptan la personalidad de quienes transitan por ellas, se amoldan gustosa y presurosamente con un mimetismo admirable y un significado devastador. ¿Seguirán ostentado la huella que les hemos imprimido cuando nos vayamos? ¿Nos delatarán los edificios e infraestructuras, nos contarán el mobiliario y los decorados? O tal vez guarden silencio, mudos no por obstinados sino por incapacidad de encontrar algo que relatar. Qué de nosotros sobrevivirá al olvido, qué se transmitirá por vía intergeneracional. Qué de nuestra vida se escapará a la muerte. Muerte, muerte, no hay más muerte que la muerte en vida de una vida no vivida.
"Todo aquello que veía la hizo el efecto de una gran celda almohadillada con riquísimos terciopelos, en la que se ahogarían sus gritos de pasión y de juventud, sus ansias de bohemia, su hambre de sol y de multitudes..."
Portada de Fémina |
Ángela Barco fue una escritora nacida en Salamanca hacia finales del siglo XIX. En su juventud comenzó a destacar en el mundo literario de la época no solo con sus cuentos sino también con artículos, alguno de ellos polémicos por reivindicar un mayor protagonismo de la mujer en una sociedad en la que todavía la mayoría de las féminas poca relevancia tenían más allá de los muros de su hogar. "Fémina" precisamente es el título de la novela breve que hoy os traigo, publicada por primera vez en la revista El cuento semanal en 1910 y rescatada 106 años después por la también escritora salmantina Laura Rivas Arranz en su blog dedicado a la ciudad de Salamanca Historias del cuarto de atrás.
No solo saca del olvido Laura Rivas esta novela y otras publicaciones de la autora, sino también a la mismísima Ángela Barco. La autora de "Fémina" es una desconocida, un misterio. Poco cuenta de ella su ciudad, nada delatan las paredes que la albergaron. Rivas Arranz no solo resucita parte de su obra sino que además realiza un trabajo de documentación encomiable que contextualiza los escritos de esta escritora y su figura social y literariamente.
La historia de Gabriela, protagonista de "Fémina", podría haber sido la de la propia Ángela Barco o la de muchas otras mujeres de la época. Educada desde corta edad para convertirse en esposa, con una vida plácida, carente de expectativas, la joven Gabriela tan solo puede alimentar sus sueños y fantasías con las novelas que caen en sus manos provenientes de las de su padre. Su matrimonio con un hombre acaudalado, lejos de colmar las ansias de aventura que han comenzado a germinar en ella, la sumirán en un tedio y monotonía que serán su sepultura en vida. Las paredes se le caen encima, la fastuosa decoración la engulle, el silencio reinante ahoga sus gritos y risas de muchacha que debería estar comenzando a vivir y en cambio se consume día a día. Pero Gabriela tiene un plan para combatir su aburrimiento y lo llevará hasta sus últimas consecuencias. No hay más muerte que la muerte en vida de una vida no vivida.
Salamanca - Casa de las Muertes. Fotografía de Constantin Uhde |
Demoledoras también en cierto sentido son algunas de las frases proferidas por su marido. Frases como: "Todo, desde que mi mujercita guardó sus nervios entre las cosas que para nada sirven, que bien estorban, todo marcha a pedir boca." o: "Así, así es como quiero yo verte, alegre, dulce, reposada, las tres únicas cualidades que pueden hacer adorable a una mujer..." son representativas de lo que se esperaba de una mujer de la condición de Gabriela en los años en los que vivió su autora. No podía despedir esta reseña sin dejar constancia de ellas.
Pocas páginas necesitó Ángela Barco para contar la historia de la sociedad salmantina (y por extensión la española) en la que creció y vivió hasta su juventud. Pocos años le hicieron falta a esa misma sociedad y a sus generaciones posteriores para silenciar su voz y sepultar su palabra. Laura Rivas ha exhumado un pequeño tesoro que un siglo después mantiene su valor inalterado. Viene con un mensaje escrito con tinta indeleble que nadie que lea podrá despreciar: vida y justicia para Ángela Barco, futuro y esperanza para su fémina Gabriela. Quiénes somos nosotros para negárselo.
"Jamás podría ella contar, estaba segura, más que esos dos tiempos: pasado y presente; porque éste, ¡no!, no había de cambiar en nada, para exasperarla con su monotonía invariable."
Jules-Joseph-Lefebvre-xx-Liseuse-xx-Public-collection_m. Fotografía de leo.jeje |
Ficha del libro:
Título: Fémina
Autor: Ángela Barco
Edición: Laura Rivas Arranz
Año de publicación: 2016 (1910)
Descarga gratuita aquí
Tiene buena pinta. No me importaría leerlo. Un beso ;)
ResponderEliminarPues a por él. Seguro que no te decepciona.
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Me la apunto. Y tengo que decirte que las palabras del marido que citas se siguen oyendo en este país, por muy increíble que parezca. Y hay mujeres que se las tragan...
ResponderEliminarbesos
Lo sé, lo sé. Y muchos aunque no las digan las piensan, e incluso hay mujeres que también. Hay cosas que solo han cambiado en la superficie.
EliminarBesos
Pues muchas gracias por descubrirme a una escritora que para mí era totalmente desconocida. Por lo que cuentas, además, es un libro que podría gustarme muchísimo.
ResponderEliminar¡Besos!
Las gracias a Laura. El libro es un bocadito, no te costará mucho hacerle un hueco.
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Llevas una muy buena racha de libros y este tambièn me deja con ganas de leerlo. Mi lista de pendientes creo que va por mil.
ResponderEliminarLlevaba. Estoy tirando de reseñas ya escritas y sin publicar, porque he tenido un arranque de año lector espectacular pero ahora mismo no tengo tiempo para leer :( Así que mi lista de pendientes sí que está a mil. Mucha entrada y poca salida.
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Me gusta mucho el mensaje que lanza...una pena que a día de hoy todavía haya personas que ven a la mujer de ese modo. No me importaría leerlo.
ResponderEliminarBesitos
Sí, una gran pena. En parte lecturas como esta sirven para hacernos pensar.
EliminarBesos
Siempre es bueno rescatar a escritoras silenciadas y olvidadas por la historia :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre es bueno y justo, además.
EliminarUn abrazo
Qué reseña tan interesante. Gracias por descubrirme este libro. Se las daré también a Laura.
ResponderEliminarHoy en día, afortunadamente, muchas mujeres nos hemos librado de una condición tan humillante como limitarnos a ser "alegre, dulce, reposada". Pero no hay que olvidar, como bien apunta Agnieszka, que aún hay muchas que viven esa situación, que mueren, incluso, por esa situación.
Un abrazo.
Las gracias a ella que es la que ha rescatado este libro y a su autora. Si mi reseña sirve para darle un poco más de visibilidad, yo encantada. Y si el libro sirve para dar voz a tantas mujeres silenciadas, mejor que mejor.
EliminarUn abrazo
hola! que belleza de libro y tus comentarios lo convierten en un bocadillo muy apetitoso para aquellos que queremos hartarnos de letras. gracias!
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte a leer la reseña. Espero que te guste el libro si lo lees.
EliminarMe parece una buena iniciativa el recuperar a una autora olvidada no por razones de calidad literaria -lo supongo, no la he leído-, sino más bien por cuestiones de género.
ResponderEliminarLa novela es también interesante porque nos aporta ese punto de vista que escasea en nuestras letras (hasta donde yo se), el de la mujer de principios de siglo que despierta de su letargo y comienza a exigir sus derechos, contado precisamente por una mujer. Y en un ambiente opresivo de provincias. Veo a esta escritora como una pionera.
Lo descargaré, te agradezco la sugerencia. Saludos.
Las gracias a Laura Rivas. Un gran trabajo el suyo rescatando esta historia que es un lujo leer, y reivindicando a una escritora que formó parte del mundo literario de principios de siglo, dominado fundamentalmente por hombres como tanto otros campos. Solo por eso, como bien dices, merece la pena prestarle atención a este libro.
EliminarSaludos
Siguiendo al comentario anterior, me parece una iniciativa fundamental recuperar del olvido obras como ésta. Y a blogs como el tuyo por difundirlo. No conocía nada de esta autora, pero ahora ya si. Descargada queda. Un beso! ;)
ResponderEliminarYo no hubiera sabido de ella si no hubiese sido por Laura Rivas. Espero que te animes a darle una oportunidad.
EliminarBesos
Me he quedado prendada de la historia que hay detrás de este libro. Del olvido de Ángela Barco. Y eso que Salamanca es una ciudad con memoria. Qué bueno que Laura la haya rescatado y que tú nos lo hayas contando.
ResponderEliminarUn abrazo
No he sabido escindir la obra de lo que significa su autora, como creo que se nota al leer mi reseña. Si sigues los enlaces que dejo y lees lo que nos cuenta Laura sobre ella y cómo contextualiza esta corta novela en la época, aún lo entenderás mejor.
EliminarUn abrazo
Lorenaaaaa!! madre mía que ilusión me ha hecho la reseña. Ando medio desconectada y con la vida hecha un lío y no me entero de nada!! Pero Rosa Berros me ha dejado un mensaje en el blog de Salamanca hablando de tu reseña y me he venido para aquí corriendo. Ya sabía que te había gustado pero esta reseña maravillosa que has colgado es impresionante. "¿Nos delatarán los edificios e infraestructuras, nos contarán el mobiliario y los decorados?" Todo un universo oculto detrás de esas preguntas. Mil gracias por dar a conocer la voz de la Barco, han aumentado mucho las descargas de "Fémina" gracias a ti. No es justo que escritoras y novelas como ésta desaparezcan, mil gracias por hacer que no sea así, Lorena. ¡Besazo! :)
ResponderEliminarBueno, aún la publiqué este miércoles (ya ves qué retraso llevo) y hasta ayer por la noche no tuve tiempo de compartirla por las redes. Ni me dio tiempo aún a avisarte, pues suponía que te haría ilusión, pero ya veo que se está moviendo la Barco con la reseña (qué bien) y ya te ha llegado. A ver si se anima la gente a leerla.
EliminarMe alegra un montón que te haya gustado. Y gracias por rescatar a esta autora del olvido.
Pues no conocía esta autora ni este libro, y creo que me puede gustar. Me acabo de guardar el enlace de la descarga y en cuanto pueda me la leo.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por el descubrimiento!
bsos!
Espero tus impresiones, entonces.
EliminarBesos
En mi blog siempre ha habido hueco para las escritoras que han hecho grande a la literatura, pues no concibo mi pasión por los libros sin su presencia, y mi biblioteca está bien representada con sus letras.
ResponderEliminarYo he sucumbido a la genialidad de Simone de Beauvoir, María Zambrano, Clarice Lispector, Nina Berberova... En fin, solo por citar algunas.
Agradezco muchísimo tu interés, y el de Laura Rivas por supuesto, por traerme a una autora que, después de haberte leído, con unas líneas tan convincentes, merece ser rescatada del olvido.
Si los autores pasados, hombres, suelen ser víctimas de la indiferencia en estos tiempos, en las escritoras el castigo es aún más severo, teniendo en cuenta las enormes dificultades a las que se enfrentaron muchas autoras para sacar su obra adelante comparadas con sus colegas masculinos, leer estos libros tiene un valor especial por todo lo que hubo detrás. Apuntado queda.
Abrazo!
Ciertamente,era una época difícil para que las mujeres destacaran profesionalmente, y no solo en la literatura. Aún hoy en día, a pesar de lo mucho que se ha avanzado en ese sentido, continua habiendo prejuicios. Por eso merece la pena leer libros como este y reivindicar a escritoras como Ángela Barco. Me encantará conocer tus impresiones si te animas a leerlo.
EliminarUn abrazo
Me la llevo apuntada (a este ritmo, no acabó mi lista de pendientes no en diez vidas 😱). Besos!!.
ResponderEliminarHabrá que confiar en que exista la reencarnación ;)
EliminarBesos