La firma de todas las cosas (Elizabeth Gilbert)
Prepararos, pajaritos. Atusad vuestras plumas y desplegad vuestras alas. Os propongo un vuelo que no os dejará indiferentes. Despegaremos de los jardines de Kew del imperio británico, navegaremos por medio mundo a las órdenes del capitán Cook, recalaremos en Ámsterdam para establecernos luego en Filadelfia, huiremos a Tahití para volver finalmente de nuevo a Holanda; conoceremos a rudos marineros, compartiremos mesa con las mentes más despiertas de la época, conviviremos con misioneros, viviremos de cerca el abolicionismo, nos enamoraremos de un loco ingenuo y asistiremos al nacimiento de la ciencia moderna. ¿Estáis listos? Seguidme.
Portada de La firma de todas las cosas |
Como os podéis imaginar, "La firma de todas las cosas" tiene todos los ingredientes para gustarme, y precisamente por ello no le hubiera perdonado que me decepcionara. No ha sido así, aunque ha habido cierta parte de la novela en que mi vuelo se ha dispersado un poquillo.
Elizabeth Gilbert crea un personaje fascinante e inolvidable, Alma Whittaker, mujer de mente brillante, buscadora incansable del conocimiento, pero también a veces insegura y vulnerable. Alma, tan inteligente, tan curiosa, con una capacidad de razonamiento científico envidiable, y a la vez tan miope para percibir lo que sucede a su alrededor. Tendrá que emprender su particular 'vuelo' tanto geográfico como interior para reencontrarse a sí misma. Y es esta parte de la trama, pajaritos, la que me descoloca y me saca de la lectura que me tenía tan absorta.
Hasta ahí la autora nos narra con gran habilidad la vida del padre de Alma antes de su paternidad (nada mejor que saber de dónde venimos para saber a dónde vamos), la infancia y juventud de la protagonista, la férrea educación recibida de su madre, su relación con su hermana y con su única amiga, su despertar a la sexualidad, su primera decepción y su incansable afán de comprender cómo funciona el mundo. Y nos va envolviendo poco a poco, consiguiendo no sólo que sigamos con avidez los avatares personales de la protagonista, si no que nos apasionemos también por algo tan aparentemente aburrido e insignificante como la vida de un musgo.
Llegamos a la parte que os comentaba me ha gustado menos de la novela, la que no consigue que me involucre en ella. Hubiera sido para mí una decepción si el resto del libro hubiera continuado así, pero afortunadamente Alma Whittaker encuentra su lugar en el mundo y yo me reencuentro con mi vuelo perdido. Asistimos así a un vibrante final que llega a ratos a conmoverme, y como en esta vida hay que ser generosos, olvido la parte anterior y concluyo la novela completamente fascinada.
Advertiros, pajaritos, que soy una completa enamorada de la ciencia en general y de la evolución en particular, temas que se tratan sobradamente en esta novela. Confesaros también que a veces soy un poco 'Alma Whittaker', que le vamos a hacer, todos tenemos nuestros defectillos. Aun así, considero que Elizabeth Gilbert tiene sobradas cualidades como escritora para conseguir apasionar con este libro hasta al más profano en la materia.
Apuntaros que Gilbert es también la autora de "Come, Reza, Ama" y recordaros la cita de Jorge Luis Borges que tomé prestada en la primera entrada de este blog: "El verbo leer,
como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el 'modo imperativo'". Permitidme pues un juego de palabras para despedirme. No uso aquí el imperativo como exhortación, sino más bien como anhelo o sugerencia. Mis mejores deseos, pajaritos: leed, amad, soñad.
Ficha del libro:
Título: La firma de todas las cosas
Autor: Elizabeth Gilbert
Editorial: Suma de letras
Año de publicación: 2013
Nº de páginas: 648
Un pequeño aperitivo
Primeras páginas de "La firma de todas las cosas". Pincha este enlace.
Y el próximo viernes... ando volando por la exótica Shangai llevando una dura vida de cortesana. Estoy segura de que concluiré esta aventura para la próxima semana pero no de tener tiempo para compartir con todos vosotros "El valle del asombro", la esperadísima nueva novela de Amy Tan. No sufráis, pajaritos. De no ser así os prometo vuelos que sin duda os maravillarán. Hasta el próximo viernes.
Y el próximo viernes... ando volando por la exótica Shangai llevando una dura vida de cortesana. Estoy segura de que concluiré esta aventura para la próxima semana pero no de tener tiempo para compartir con todos vosotros "El valle del asombro", la esperadísima nueva novela de Amy Tan. No sufráis, pajaritos. De no ser así os prometo vuelos que sin duda os maravillarán. Hasta el próximo viernes.
No he leído nada de esta escritora, pero este puede ser un buen libro para conocerla, parece ser bastante interesante.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la reseña y el cariño con el que la has escrito. Me haría falta otra vida entera, o incluso dos, para que me dé tiempo a todo lo que querría leer! ¡Saludos!
ResponderEliminarEsta novela me la apunto, el otro día la ví en una libreria, y no pinta mal. Y con tu reseña, aún me han dado más ganas de leerla. Yo creo que me gustará. Saludos.
ResponderEliminarLa reseña me ha gustado mucho pero el libro no me atrae lo suficiente, la verdad, para animarme a afrontar su lectura. En mi caso, no es su momento.
ResponderEliminarBesines,