Imperator Posteguillo

Hay novelas históricas que contienen tantos datos y referencias que pecan a veces de aburridas. Otras en cambio se toman tantas licencias narrativas y desvirtúan hasta tal punto la realidad que parecen más bien obras de ciencia ficción o fantasía. Para mí una buena novela histórica es aquella que sabe integrar la vertiente de documentación con la vertiente narrativa, la que sabe combinar a la perfección personajes históricos con personajes ficticios, la que consigue enseñar Historia a la vez que entretener. Si además consigue involucrar al lector y abrirle una ventanita a un pedacito de esa historia que se escribe con mayúscula, estamos sin duda ante una grande de las novelas históricas.

No recuerdo donde leí que en España no había buenos escritores de novela histórica. Siento discrepar. Desde mi humilde opinión, en este país de piel de toro reside el autor de la mejor novela histórica que yo he leído hasta la fecha, "Los asesinos del emperador". Su nombre es Santiago Posteguillo. Para mí es el maestro, aunque también podría decir el mago. Porque Santiago Posteguillo hace magia, tiene un don, y con sus conjuros consigue hacer lo que el Hombre lleva soñando desde hace siglos: hacernos viajar en el tiempo.

No sé por qué me fijé en "Los asesinos de emperador". No conocía a su autor, y aunque me gusta la novela histórica no todos los libros de este género llaman mi atención. Además he de reconocer que la época del Imperio Romano no es una de mis etapas históricas favoritas, o mejor dicho, suelo estar de parte de los adversarios de esos romanos pretenciosos. Me gustan las historias de esos pueblos aguerridos que plantan cara a la todopoderosa Roma, David contra Goliat. Y también soy simpatizante de esas culturas arcaicas. El caso es que algo había en ese libro que suscitaba mi interés y con ciertas dudas me asomé tímidamente a sus más de mil páginas.

Fotografía de Anyul Rivas.

Tiene la sabiduría el maestro Posteguillo, de iniciar esta novela con la conjura de asesinato del emperador Domiciano. Desde ese punto de partida nos irá desgranando toda la Historia de locura que ha vivido la antigua Roma para llegar a esa situación. Nos presentará personajes tan vívidos, que si no fuera por sus siempre maravillosas y útiles notas aclaratorias finales, nos resultaría imposible discernir cuáles son reales y cuáles imaginarios. Y cuando nos vamos dando cuenta, todas las piezas van encajando como en una astuta partida de ajedrez, y no podemos si no maravillarnos y asombrarnos del inmenso talento narrativo y los vastos conocimientos históricos de este escritor valenciano.

Un libro soberbio, sin duda. No despleguéis vuestras alas, pajaritos, pues en esta ocasión no vamos a volar, si no que hincaremos nuestras patas con fuerza en el suelo. Pisaremos calzada romana, nos enfangaremos en tierra germánica, asistiremos al coliseo y al senado de Roma, y pasearemos por tantos otros lugares de esta legendaria ciudad y su imperio. Porque esta novela es ante todo brutalmente real.

Os imaginaréis mi pesar al concluir sus mil doscientas páginas y descubrir que estaba ante la primera parte de una trilogía, la trilogía de Trajano. Toca esperar, me dije, pero rauda me lancé a averiguar que otros libros había escrito este autor. E hice otro gran hallazgo: la trilogía de Escipión. Y no es que yo sea una gran aficionada a trilogías ni a sagas, pero ya que este trío de novelas estaba completo y me había apasionado tanto con "Los asesinos del emperador", ¿por qué no? He de decir que mi cauta intención era alternar estas lecturas con otras aunque no las dilatase mucho en el tiempo, pues no es la primera vez que un libro me decepciona por poner demasiadas expectativas en él. Pues bien, no conseguí mi propósito, me leí la trilogía de una tirón. Os he comentado ya el número de páginas que tiene "Los asesinos del emperador", ¿verdad? Pues bien, todos los libros de Posteguillo si no rondan superan las mil páginas. Os imaginaréis el nivel de enganche que tenía a esas alturas. Roma era la droga que corría por mis venas y Santiago Posteguillo había obrado otro milagro: ¡me había pasado al otro bando! ¡Me había convertido en una bárbara renegada!

No os dejéis asustar por el ingente número de páginas de estas novelas, pajaritos. Os aseguro que cada una de ellas merece la pena. No se os harán en absoluto largas. Son muchos los libros en los que creo que hay personajes que merecen más presencia e incluso una novela para ellos sólos. Santiago Posteguillo tiene la generosidad de dar su lugar a cada uno de sus personajes y permitirnos así empaparnos con sus historias de traición, conjuras, lealtades y amistades inquebrantables que caracterizan a todas sus obras.

En 2013 se publicó "Circo Máximo", segunda parte de la trilogía sobre Trajano, que por supuesto ya he leído. Espero con paciencia la tercera y última parte.

Booktrailer de "Circo Máximo"

Mis disculpas, pajaritos, si me he extendido demasiado. Espero no haberos aburrido, nada más lejos de mi intención. Me despido a la romana: Ave Posteguillo, los que van a leer te saludan.

Trilogía de Escipión (Ediciones B)

Africanus, el hijo del cónsul(2006); Las legiones malditas(2008); La traición de Roma(2009)

Si queréis leer unas páginas de los tres libros que componen la trilogía de Escipión, pinchad aquí.

Trilogía de Trajano (Planeta). Sin concluir.

Los asesinos del emperador(2011); Circo Máximo. La ira de Trajano(2013)

Para acceder a las primeras páginas de "Los asesinos del emperadro", seguid este enlace.

Primeras páginas de "Circo Máximo" en el siguiente enlace.

Y el próximo viernes... volaremos con Leo y le acompañaremos durante todo un año de instituto. Un año en el que hará grandes descubrimientos y despertará a la edad adulta. Preciosa novela de Alessandro D'Avenia, "Blanca como la nieve, roja como la sangre".