Prosas reunidas - Wisława Szymborska
«Soy una persona anticuada y creo que leer es el pasatiempo más hermoso creado por la humanidad. El Homo ludens baila, canta, realiza gestos significativos, adopta posturas, se acicala, organiza fiestas y celebra refinadas ceremonias. Para nada desprecio la importancia de estas diversiones: sin ellas, la vida humana pasaría sumida en una monotonía inimaginable y, probablemente, la dispersión. Sin embargo, son actividades en grupo sobre las que se eleva un mayor o menor tufillo de instrucción colectiva. El Homo ludens con un Libro es libre. Al menos, tan libre como él mismo sea capaz de serlo. Él fija las reglas del juego, subordinado únicamente a su propia curiosidad. Puede permitirse no solo leer libros inteligentes de los que aprenderá cosas, sino también libros estúpidos de los que algo sacará. Es libre de no leer un libro hasta la última página, y de empezar otro por el final e ir retrocediendo. Puede echarse a reír en un punto no destinado a ello o, de repente, detenerse ante unas palabras que recordará durante el resto de su vida. Y, finalmente, es libre -y ningún otro pasatiempo puede ofrecerle esto- de escuchar de qué habla Montaigne o de zambullirse en el Mesozoico por un instante».
Sobre la libertad que otorga el acto (o la elección) de leer escribió Wisława Szymborska en la nota, de la cual he extraído el fragmento sobre estas líneas, que acompaña a sus Lecturas no obligatorias. Estas contienen textos que la poeta polaca escribió para varias revistas literarias sobre libros a los que los críticos no suelen prestar atención. La edición de Malpaso incluye además Otras Lecturas no obligatorias y Más lecturas no obligatorias, reuniendo así por primera vez en un solo volumen todos los artículos de la Premio Nobel. A lo largo de las más de quinientas páginas de extensión de estas prosas, Szymborska desgrana con breves pinceladas sus opiniones sobre libros de la más diversas temáticas: memorias de personajes ilustres, libros de divulgación científica, históricos, antologías, clásicos, guías que no siempre cumplen su cometido,... resumiendo, un auténtico silva rerum (bosque de cosas en latín, para que veáis todo lo que he aprendido leyendo a la polaca). Szymborska escribió no solo sobre libros que le habían gustado, parecido provechosos o incluso maravillado, sino también sobre aquellos otros «fácil[es] de digerir, aunque poco nutritivo[s]», amén de los simplemente indigestos. Pero lo realmente nutritivo de estas páginas es que en ellas queda reflejada la línea de pensamiento de su autora. La lectura de sus lecturas es una lectura de su interpretación del mundo, de la realidad y del ser humano. Aunque indudablemente hay textos, dado su elevado número y la falta de selección, más apetecibles y jugosos que otros, ha sido una auténtica delicia tener la oportunidad de degustar muchos de los platos ofrecidos en este festín. La ironía de la autora es el aderezo perfecto para los mismos y esto, lejos de dejar un regusto de escepticismo, como podría pensarse, no hace más que servir de acicate para abrir los ojos hacia lo realmente importante. Por los de la poeta el mundo pasa y ella lo devuelve tamizado por su particular humanismo exento de antropocentrismo, logrando, además, contagiarnos su entusiasmo de maravillarse al contemplar cuánto de extraordinario existe en lo que presumimos ordinario. Cómo leerla y no recuperar la fe en el mundo y en el ser humano. «Cómo no creer en el futuro de la humanidad cuando pensamos en los muchos obstáculos, en apariencia insalvables, que ya ha superado con tenacidad y perseverancia».
Wisława Szymborska no gustaba de llamar reseñas a sus textos en prosa. Consideraba que sus comentarios eran impresiones personales y se alejaban del análisis o crítica profesional del libro leído. En muchas ocasiones incluso se lanzó a disertar sobre temas ajenos a los que comprendía el libro en cuestión. Me identifico con ella (salvando las distancias, por supuesto) en esa falta de pretensiones y hago suyas sus palabras de «que en realidad soy y quiero continuar siendo una lectora amateur sobre la cual no recaiga el apremiante peso de la constante evaluación». Esto es lo que os prometo, pues, para esta nueva etapa del blog, lo mismo que llevo haciendo, mejor o peor, durante estos últimos casi cuatro años: impresiones y no juicios, y también platos nutritivos, los que no lo son hace tiempo que se están quedando fuera, incluso algunos de los nutritivos por diversas razones, entre ellas que, y en esto tengo que discrepar con Szymborska, hace años que he dejado de ver la lectura como un pasatiempo, más aún cuando, últimamente, me cuesta tanto sacar tiempo para pasar tiempo leyendo. Pero qué le voy a hacer si soy una persona anticuada y creo que leer es el sacatiempo más hermoso creado por la humanidad... Incluso creo que podría animarme a leer a Montaigne, lo cual, para una lectora que como yo acostumbra a declinarse por lecturas más contemporáneas, sería casi como zambullirse en el Mesozoico.
Regreso muuuuuy pronto. Os espero.
Ficha del libro:
Título: Prosas reunidas
Autora: Wisława Szymborska
Traductor y prologuista: Manel Bellmunt Serrano
Editorial: Malpaso
Año de publicación: 2016
Nº de páginas: 560
ISBN: 978-84-16665-61-7
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¡¡Cuánto tiempo sin leerte en tu blog!! Me alegro de tenerte de nuevo por aquí y, por lo que dices, parece que para quedarte. Seguiré atenta a tus reseñas y lecturas.
ResponderEliminarSoy poco de ensayo y cuando lo leo tan solo me animo con Ciencia e Historia. No sabría decir por qué, pero la literatura como tema de ensayo no me atrae. Tal vez es por falta de costumbre.
Un beso.
La intención es la de quedarme. Tengo ya preparadas las próximas entradas y luego veremos a qué ritmo puedo continuar. Tampoco soy de leer demasiado ensayo y probablemente debería leer mucho más.. Este libro, aunque es verdad que puede considerarse un compendio de ensayos breves, me lo he tomado más como una reunión de curiosidades.
EliminarGracias por la visita y la fidelidad ;)
Besos
Hola Lorena me uno al comentario de Rosa, se te echaba de menos.
ResponderEliminarMe has hecho sonreír con el sacatiempo, pero es tal delicia que es difícil resistirse a dejarse seducir.
La propuesta me parece muy interesante porque me gusta el párrafo que has escogido y la manera de entender la lectura de la autora y comparto más ese disfrutar y compartir las impresiones que el evaluar parece que añade una cierta presión y la lectura ha de ser tiempo sin obligaciones.
Un beso
Gracias, Conxita.
EliminarEs que realmente lo siento así. De niña y jovencita lo veía más como un pasatiempo. Ahora lo considero mucho más que eso. Hoy en día tenemos muchas alternativas para entretenernos. Y cuando se dispone de poco tiempo casi es una locura lo de ponerse a leer.
Mucho mejor dejar impresiones que juzgar, aunque a veces parece que lo hagamos. Pero si realmente lo hiciese así, yo no sabría ni por donde empezar. Ni me atrevería si quiera.
Besos
¿Cómo va todo, Lorena? Espero que tus proyectos hayan llegado a buen puerto. Yo también opino que la lectura, aún siendo un pasatiempo, es a la vez mucho más. Y es mejor dejarse llevar por las impresiones, claro que sí y a las malas lecturas que se las lleve el olvido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy a la espera de ver si me llevan y adónde. De todas formas, soy de las que piensan que en la vida todo suma, aunque a veces el resultado de la suma no sea el esperado o tardemos tiempo en evaluar el balance.
EliminarA las malas lecturas sin duda se las lleva el olvido (excepto a las muy malas que precisamente las recordaremos por ello). De hecho el tiempo es el mejor juez y pone a cada lectura en su sitio.
Gracias por pasarte.
Un abrazo
¡Qué maravilloso bosque de impresiones nos has dejado en esta entrada, Lorena! Como te comenté tengo este libro en mi pila y estoy deseando ponerme con él después de lo que nos has contado. Se echaba de menos tu sensibilidad y esas lecturas tan sugerentes que siempre nos recomiendas. Coincido contigo en que leer es el más hermoso sacatiempo.
ResponderEliminarUn abrazo
La expresión del bosque de cosas me encantó, porque la idea del bosque me parece un recurso ilimitado, y no me pude resistir a incluirla en la reseña. Además, este libro realmente es un bosque de cosas, por toda la mezcla que contiene. Y deja un bosque de impresiones también, algunas mejores que otras porque, como ya te he comentado, al no tratarse de una selección de textos los hay mucho más provechosos que otros. Me hubiera resultado difícil encarar una reseña en condiciones pero, al orbitar todo el libro sobre el acto de leer, supe a su término que tenía que ser el elegido para reabrir el blog.
EliminarA vosotros sí que os he echado de menos.
Un abrazo
También quiero seguir siendo una simple una lectora amateur. Sólo quiero disfrutar de este placer que es leer. Y compartir nuestras impresiones. Y descubrir nuevas lecturas... No suelo leer ensayo, pero que creo que disfrutaría con esta lectura.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo mejor: leer por placer, sin itinerario incluso, dejar que una lectura nos lleve a otra. Y también no ponernos barreras ni límites: leer un ensayo... ¿y por qué no?
EliminarBesos
Más que interesante esta recomendación que nos traes Lorena, muy a tener en cuenta. Encantada de leerte de nuevo.
ResponderEliminarAbrazos.
Y yo encantada de 'verte' de nuevo por aquí.
EliminarUn abrazo
Buena noticia tu inminente regreso ;)
ResponderEliminarMe apasiona el ensayo, de hecho lo leo con más frecuencia que la narrativa, aunque curiosamente es la ficción, novela, la que más aparece en mi blog. Creo que hay un sentir común en cuanto a prevalecer las impresiones de las lecturas sobre el juicio más técnico, sin que esto signifique restarle importancia.
Me apunto el título de Szymborska, me han gustado mucho... tus impresiones.
Tú puedes con Montaigne, desde luego.
Un fuerte abrazo, Lorena.
Supongo que por que leemos así, poniéndonos en la lectura y dejando que la lectura ponga en nosotros. Eso desde luego no casa con un juicio técnico, del que además, yo por lo menos, carezco de conocimientos para afrontar.
EliminarNo estaría mal que te animaras a que el ensayo asomara más por tu blog. Tal vez algunos sacáramos ideas para nuevas lecturas.
No sé si podría con Montaigne o se me quedaría grande. Pero sí que he pensado en serio lo de leer sus ensayos. Proyecto que me temo tendrá que esperar a una época, no más benigna para mí, pero sí más benigna en cuanto a tiempo libre disponible.
Un abrazo, Paco.
Feliz por tu vuelta, y más aún de la mano de mi querida Szymborska , con quien evidentemente discrepo en lo mismo que tú. Leer ya, para mí, no es pasatiempo. Es mucho más.
ResponderEliminarUn abrazo
Feliz de tenerte por aquí.
EliminarY tanto que es mucho más.
Un abrazo, Ana.