El cuento de la criada - Margaret Atwood
Y viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y dijo a Jacob: "Dame hijos o me moriré". Y Jacob se enojó con Raquel y le dijo: "¿Soy yo, en lugar de Dios, quien te niega el fruto de tu vientre?". Y ella dijo: "He aquí mi sierva Bilhá, únete a ella y parirá sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella."
Génesis, 30:1-3
Esta cita bíblica encabeza la novela que hoy os traigo. Nos será recordada en ella después, explícita e implícitamente. Con ella he decidido comenzar mi reseña, por ser definitoria, por ser la mejor sinopsis que del libro reseñado os puedo ofrecer. Tomadla literalmente, tomadla con todas las implicaciones que bajo ella subyacen. Sustituid los nombres propios: Jacob, Raquel, Bilhá. Poned en su lugar cualquier otro de varón, esposa estéril y..., qué importa ese último nombre, a quién le importa (a mí, a mí). Vale, de algún modo tendré que referirme a ella, sustituid la nomenclatura sierva por su hermana aparentemente más benévola criada. A Dios dejémosle ahí, hay muchas referencias religiosas (entre otras) en este libro. El mismo culto a la maternidad elevándolo a la categoría de bien sagrado ya tiene connotaciones religiosas. La palabra sagrado, precisamente, se convierte en mi mente en su sinónimo sacro, y este a su vez pierde su última letra y se alarga hasta presentárseme en toda su dimensión: sacrificio. Un sacrificio supremo es lo que se les exige a las mujeres fértiles. La mujer como receptáculo, la mujer como canal que alumbra una nueva vida. Pero utilizar aquí la palabra vida e incluso cualquier conjugación del verbo alumbrar se me antoja sacrílego (otra vez lo sacro mimetizado). Cómo osar llamar vida a lo que no tiene otra finalidad que cumplir lo preceptos que le llegan impuestos.
"Simplemente cumplid con vuestra obligación en silencio. Cuando dudéis, cuando os tendáis de espaldas, podéis mirar el cielo raso. Quién sabe lo que veréis arriba. Coronas funerarias y ángeles, constelaciones de polvo, estelar o de otro, los rompecabezas que dejan las telarañas. Una mente inquieta siempre tiene algo en qué ocuparse. ¿Algo va mal, querida?, decía un viejo chiste. No, ¿por qué? Te has movido. No os mováis."
Portada de El cuento de la criada |
Su realidad no es fácil de sobrellevar, más teniendo en cuenta que pertenece a la primera generación de Criadas, es decir, ha conocido el mundo como era antes, ha tenido otra vida a la que echar de menos. Vivir en Gilead no es sencillo para ninguno de sus habitantes, no pudo serlo para las esposas estériles, ni tan siquiera para los hombres, pero es la historia de esta mujer sin nombre la que se nos cuenta, es su dolor callado el que soportamos. A través de ella vamos conociendo la estructura y los bajos fondos de Gilead, y vamos también descubriendo poco a poco cómo se forjó. Hay muchas connotaciones religiosas, como os decía: el vestuario que identifica a cada clase social, ciertos nombres (las 'Marthas' por ejemplo, que son otra clase social), simbolismos,... pero también las hay militares y políticas: las jerarquías, la propaganda ideológica, los castigos y ajusticiamientos públicos,... no en vano estamos ante un régimen totalitario. Bajo estas premisas es fácil pronosticar la alienación que sufrirán sus ciudadanos.
"Intento no pensar demasiado. Como el resto de las cosas, el pensamiento tiene que estar racionado. Hay muchos que no soportan pensar. Pensar puede perjudicar tus posibilidades, y yo tengo la intención de resistir. Sé por qué el cuadro de los lirios azules no tiene cristal y por qué la ventana sólo se abre parcialmente, y por qué el cristal de la ventana es inastillable. Lo que temen no es que nos escapemos -al fin y al cabo no llegaríamos muy lejos- sino esas otras salidas, las que puedes abrir en tu interior si tienes una mente aguda."Margaret Atwood lleva en su distopía la ideología pro-vida hasta sus máximas consecuencias y rescata además modelos familiares y sociales en los que las mujeres jugaban papeles digamos más tradicionales (si es que jugaban alguno aparte del de dedicarse a los hijos y al hogar). En este extremismo en el que sustenta su ficticia sociedad, todo está tan controlado y medido que no hay espacio para siquiera pretender crear lazos afectivos. El mismo acto sexual está desprovisto del adjetivo sexual, ni siquiera es algo físico, tan solo un acto mecánico controlado en pos de un objetivo a cumplir. En esa soledad e incomunicación, en esa falta de piel con piel, se basa el verdadero éxito de los ideólogos de esta terrorífica sociedad.
"Pero es falso, nadie muere por falta de sexo. Es por falta de amor por lo que morimos. Aquí no hay nadie a quien yo pueda amar, toda la gente a la que yo amo está muerta, o en otra parte."
Wellcome to the East Anglian Fens. Fotografía de Trojan_Llama |
"Cae la noche, o ha caído. ¿Por qué la noche cae, en lugar de levantarse, como el amanecer? Porque si uno mira al este, al ocaso, puede ver cómo la noche se levanta, en lugar de caer; y la oscuridad elevándose en el cielo, desde el horizonte, como un sol negro detrás de un manto de nubes. Como el humo de un incendio invisible, una línea de fuego exactamente debajo del horizonte, una pincelada de fuego o una ciudad en llamas. Tal vez la noche cae porque es pesada, una gruesa cortina echada sobre los ojos. Un manto de lana. Me gustaría ver en la oscuridad mejor de lo que veo."
Red Tulips. Fotografía de fauria81 |
Ficha del libro:
Título: El cuento de la criada
Autor: Margaret Atwood
Editorial: Bruguera
Año de publicación: 2008
Nº de páginas: 480
La historia es estremecedora. Y parece tan real, incluso más hoy en día con esta ofensiva de totalitarismos y extremismos que estamos presenciando. Hay muchas distopías cuyo mensaje no ha envejecido- "Fahrenheit 451" por ejemplo.
ResponderEliminarEn cuanto a Atwood, mi favorita es "El asesino ciego".
besos
Supongo que los grandes libros centrados en grandes temas no envejecen, o será que nosostros como sociedad no aprendemos.
EliminarEs el primer libro de Atwood que leo así que tomo nota de tu recomendación.
Besos
Tengo pendiente ponerme con esta autora con otro libro que tengo guardadito, Alias Grace, a ver que tal :)
ResponderEliminarBesos!
Pues ya me contarás, a ver si me animo yo también.
EliminarBesos
Yo me he estrenado con Atwood leyendo Alias Grace y me gustó mucho. El cuento de la criada es de los que más me apetecen de ella, pero creo que está descatalogado y no consigo encontrarlo.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Claro, la última edición aquí en España es ya de hace unos cuantos años. Yo lo pillé en la biblio, que siempre es una opción. Otra cosa es que te apetezca tener el libro.
EliminarBesos
Es una distopía que se sale de lo habitual, con ese enfoque de género o centrado en la familia, aunque creo que en "Un mundo feliz" ya se toca el tema. No conocía este libro ni a la autora (¿dices que ha sido Premio Príncipe de Asturias?), lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarSaludos.
No he leído "Un mundo feliz", algú día me pondré a ello como con tantos otros.
EliminarSí, fue Premio Príncipe creo que en el 2008 o por ahí, aunque eso no necesariamente es garantía de que vaya a gustar. En este caso a mí sí y te la recomiendo.
Saludos
A la autora la conozco de el asesino ciego, pero a mi no me acabó de convencer, creo que esto tiene que ver con el momento en que una lee el libro que puede ser no adecuado.
ResponderEliminarMe apunto esta propuesta.
Un saludo
A veces influye el momento y otras veces simplemente es que no hay feeling entre escritor y lector. Si te animas y sales de dudas me cuentas.
EliminarSaludos
Aunque distopìa, no se aleja de nuestra realidad en algunos paìses. Me quedè encantada con tu reseña, incluso me parece un mensaje feminista el que transmite, quisiera leerlo para comprobarlo.
ResponderEliminarSe puede hacer claramente una lectura feminista, entre otras cosas. Lo mejor es que la autora solo expone y deja que sea el lector quien saque sus propias conclusiones.
EliminarEspero que puedas conseguirlo. Pienso que te gustaría.
Saludos
Genial reseña, Lorena. Esas frases finales de apología a la vida como luz, contrapuesta a los horizontes tenebrosos y sombríos, es una maravilla formal y conceptual.
ResponderEliminarHe leído tres novelas de Margaret Atwood y las tres me han gustado mucho. La que más "Los asesinos ciegos". Las otras fueron "Doña Oráculo" y "Alias Grace". Recuerdo poco porque de la última hace ya diez años. Ésta que reseñas no la conocía, pero la apunto.
Un abrazo.
Me maravilló esa cita final y me pareció perfecta para cerrar la reseña.
EliminarEste libro fue una de las recomendaciones para el 8 de marzo de la inciativa que hicimos en el grupo Tarro-libros y no dudé en apuntármelo. Tomo nota de tus recomendaciones para cuando retome a esta autora.
Un abrazo
Pues no conozco este libro ni he leído nada de su autora. No me canso de repetirlo, necesitaría otra vida para leer todo lo que me gustaría...a este paso, tres.
ResponderEliminarExcelente reseña Lorena y gracias por compartir tan estupendas experiencias de lectura.
Un abrazo
Yo también necesitaría otra vida o incluso dos para leer todo lo que quiero y a tantos grandes autores que tengo pendientes. Me alegra que te haya gustado la reseña.
EliminarBesos
No he leído nada de la autora. Lleva tiempo en mi lista de pendiente, pero son tantos que aún no le ha llegado su turno. Y por tu fantástica reseña, no me importaría estrenarme con éste.
ResponderEliminarBesotes!!!
Espero que le llegue pronto el turno.
EliminarBesos
Cada vez que te leo me apunto algo, jajajaja. No sé si eres una buena influencia porque no acabaré mi lista de pendientes. Muy buena reseña.
ResponderEliminarBesos
Y eso que los lectores tenemos fama de niños buenos, ja ja ja. Si supiesen los que no leen la mala influencia que somos...
EliminarBesos
Uno de los motivos por los que me gusta tu blog es que, sin excepción, todo lo que reseñas parece digno de leerse. Siempre consigues que los títulos me resulten atractivos, y suelen ser autores y libros que no he leído.
ResponderEliminarLo malo es que aumentas mi lista de lecturas pendientes, y no doy a basto >.<
¡Un abrazo!
Intento seleccionar bastante lo que leo. Con tanto por leer y no siempre el tiempo que se quiere para ello hay que intentar afinar.
EliminarMi lista de pendientes también es interminable. Me temo que muchos no saldrán nunca de ahí.
Un abrazo
Tengo a la autora pendiente desde hace mil =)
ResponderEliminarBesotes
Espero haberte animado a ponerte con ella.
EliminarBesos
No he leído nada de la autora pero si lo encuentro por la biblioteca no dudaré en hacerlo, me gusta lo que has comentado de él. Raro es no llevarse un libro con la forma tan bonita que lo cuentas todo ;)
ResponderEliminarBesitos
Gracias, Cris. Espero que puedas conseguirlo y que lo disfrutes.
EliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que no es un libro que me llame mucho la atención...
Acabo de encontrar tu blog. Te sigo!
Un abrazo!
A dejarlo pasar, entonces.
EliminarBienvenida.
De esta mujer leí hace mucho "La novia ladrona", que me encantó, y que tengo pendiente releer para hacer la reseña. Y también me gustaría volver a leer algo de esta autora, de la que tengo ya varios títulos anotados, pero a ver si consigo tiempo extra en algún rasca o algo, hija ...
ResponderEliminarbsos!
No estaría mal lo del rasca ;)
EliminarBesos
Nada más terminar de leer la reseña, me he lanzado en Amazon para encontrar algo de esta autora. No tenía ni idea de ella. A veces viene bien salirse de lo "comercial" y leer algo de este tipo. Besos!
ResponderEliminarSiempre viene bien no quedarse en los libros más visibles e indagar un poco más, o incluso dejar a un lado lecturas más actuales.
EliminarEspero que hayas encontrado algo de esta autora.
Besos
Enhorabuena por la reseña y por darnos a conocer esta historia que no conocía. Un beso
ResponderEliminarMe alegra habértela dado a conocer.
EliminarBesos
Me encanta Atwood y no creo que tarde en retomarla, aunque no tengo claro si con esta distopía... Estoy tan "jarta" de la sociedad que nos rodea que constatar que una ficción nos retrata desde lo terrorífico me espeluzna un poco ahora mismo...
ResponderEliminarY qué bien que hagas apología de la vida. A eso me apunto YA, Lorena ;)
Un abrazo
Es casi inevitable encontrar similitudes. No en vano la autora parte de una sociedad de la que no han transcurrido tantos años, y aunque aparentemente parezca lo contrario, no hemos cambiado tanto la forma de pensar al menos en la fundamental.
EliminarApología de la vida siempre. Y que cada uno la viva a su manera respetando la de los demás.
Un abrazo
Con su mirada...
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