Olor a rosas invisibles - Laura Restrepo
Lo invisible, lo que no se puede ver. Lo intangible, lo que no tocamos, lo inmaterial. Las sensaciones, no hay pruebas que las corroboren, solo son eso, sensaciones. ¿Solo? Nos dominan, nos invaden, ellas deciden por nosotros. Los olores son también algo intangible pero quién osaría dudar de su existencia. Esas sustancias volátiles, profundas a veces, otras en cambio sutiles, apenas imperceptibles pero cuya inhalación de a poco termina por impregnarlo todo. Los olores nos traen reminiscencias pasadas y estas nos despiertan a un mundo de sensaciones. Este "Olor a rosas invisibles" me trajo reminiscencias de otros libros leídos de su autora. "La novia oscura", que narra la historia de una joven prostituta que atiende a los empleados de los pozos petrolíferos en la selva, "Leopardo al sol", sobre dos clanes rivales del mundo del narcotráfico o "La multitud errante", historia sobre los desterrados de la guerra, son apenas flecos sueltos en mi memoria pero las sensaciones que me causaron continúan imperturbables y la primera vez que vi este librito que os traigo hoy emergieron en todo su esplendor. Un relato exquisito, editado individualmente en tapa dura, con sobrecubierta e ilustraciones. Su edición le otorga un soporte material para que no dudemos de su existencia. Su contenido hace visible lo invisible. Su olor nos invade suavemente y nos induce a un estado de aletargamiento, síntoma incuestionable de la abstracción que nos causan las buenas historias bien contadas.
"Me confesó después que en ese momento tuvo que hacer acopio de todo su poder de concentración para arrinconar al ratón hambriento que desde hacía tiempo roía el queso blando de su memoria. Quería recomponer el escenario para ubicar esa voz de mujer: recuperar cada instante, cada olor, cada tonalidad del cielo..."
Luis C. Campos C., en adelante Luicé Campocé pues así es como es conocido desde sus años escolares, disfruta plácidamente de lo que ha conseguido en la vida: una influyente posición en el mundo de los negocios, una esposa que es una buena compañera y unos hijos a los que adora y de los que se siente orgulloso. Poco espera a esa edad en la que solo aspira a recoger los frutos de lo cosechado que algo venga a perturbarlo. Sin embargo, un fantasma del pasado está a punto de irrumpir en su vida e inocularlo de inquietud y desasosiego pero también de futuro y esperanza. Eloísa, un ardiente amor de juventud que ya no es más que un nostálgico buen recuerdo y una leyenda viva entre sus más cercanos amigos de aquella época, regresa de ese mundo semionírico y se materializa en una señora de carne y hueso que hace que nuestro Luicé se debata entre agarrarse a su plácida existencia o resolver la incógnita de aquello que no fue pero pudo ser.
Con un estilo exquisito, que rebosa dulzura y elegancia aderezadas con una cálida sensualidad, Laura Restrepo compone una inolvidable lectura sobre el tránsito a la vejez, el miedo de enfrentarse a la decrepitud del cuerpo y la idealización de la juventud. El bueno de Luicé es un hombre quemando su último cartucho, y en su desesperada e infantil pataleta, alumbrará en nuestros rostros ese tipo de sonrisas que solo inspira la ternura, sentimiento que tampoco podremos evitar albergar por el resto de personajes de este relato.
"Nunca jamás había estado tan desamparado como en ese instante, sintiéndose único habitante del inclemente país del tiempo, víctima solitaria y selecta del correr de los días y las horas, que lo habían molido con sus diente minúsculos."
Todos ellos son humanos, y su humanidad está tan cargada de buenas intenciones que no nos queda otra que ser indulgentes con sus pequeños pecadillos fruto de sus inseguridades. Son estas inseguridades precisamente las que sostienen el relato y nos llevan por él sin saber hacia dónde se va a decantar, y son también las que dentro de su mágica esencia le confieren el realismo necesario para hacerlo cercano y creíble. La escritora colombiana demuestra, con gusto y sin aparente esfuerzo, que a pesar de que no es el suyo un estilo sobrio, no son necesarias demasiadas palabras para decir mucho y decirlo bien.
Poco más puedo contaros sin desvelar demasiado dado la brevedad de esta lectura. Tan solo añadir que es uno de esos amigos de juventud mencionados el encargado de contarnos los devaneos de Luicé con Eloísa, detalle que me parece importante pues ya se sabe que las historias cambian según quién las cuente. Y también que es un gran motivo de alegría para mí contar con la presencia de Laura Restrepo en este humilde blog. Si no la conocéis, tenedla en cuenta, con alguno de los libros a los que he hecho alusión en el primer párrafo, con cualquier otro suyo sobre el que os apetezca indagar o con este mismo que hoy nos ocupa que estoy segura que hará las delicias de los que les guste paladear pausadamente cada detalle y recoveco, aquellos que sean como "yo, que siempre encontré más real el olor a rosas invisibles que las rosas mismas".
Esta reseña forma parte de una iniciativa surgida en twiter para dar una mayor visibilidad a la literatura escrita por mujeres. Podéis seguir la iniciativa en #LeoAutorasOct.
Ficha del libro:
Título: Olor a rosas invisibles
Autora: Laura Restrepo
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2005
Nº de páginas: 79
ISBN: 84-264-1469-9
Nota: En esta ocasión el enlace del título no os remite a la citada edición de Lumen que he leído pues no está disponible la misma en la web de la editorial. Bajo el título "Pecado" Alfaguara publicó este 2016 un libro compuesto de siete relatos de Laura Restrepo que incluye el aquí reseñado. Paralelamente sacó a la venta en edición digital (y además muy asequibles económicamente) cada uno de los mismos de forma independiente. El enlace que os he dejado os redirigirá a la sinopsis y datos de esa versión digital de "Olor a rosas invisibles".
Autora: Laura Restrepo
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2005
Nº de páginas: 79
ISBN: 84-264-1469-9
Nota: En esta ocasión el enlace del título no os remite a la citada edición de Lumen que he leído pues no está disponible la misma en la web de la editorial. Bajo el título "Pecado" Alfaguara publicó este 2016 un libro compuesto de siete relatos de Laura Restrepo que incluye el aquí reseñado. Paralelamente sacó a la venta en edición digital (y además muy asequibles económicamente) cada uno de los mismos de forma independiente. El enlace que os he dejado os redirigirá a la sinopsis y datos de esa versión digital de "Olor a rosas invisibles".
Dicen que el sentido del olfato es el que más poder evocador tiene para retrotraernos al pasado por su gran capacidad de asociación con momentos ya vividos.
ResponderEliminarLeí hace tiempo de esta autora "La multitud errante" y me gustó mucho. Tu reseña presenta este libro muy atractivo y el estilo narrativo de Restrepo me encanta así que "Olor a rosas invisibles" pasa a la lista de espera.
Gracias.
Un abrazo.
Eso dicen. Porque es el más primitivo de todos nuestros sentidos, y supongo que por ello el más irracional.
EliminarA Laura Restrepo la he tenido injustamente abandonada estos últimos años. He disfrutado mucho el reencuentro. Seguro que tú también lo harás.
Un abrazo
Huele muy bien esta reseña. No me importaría leerlo. Un beso.
ResponderEliminarPues ya sabes lo que dice el dicho: mejor sabrá.
EliminarBesos
Qué bonita reseña Lorena, me ha gustado ese olor a rosas invisibles que cuentas. Es cierto que a veces, un olor te trae recuerdos muy intensos, te lleva de la mano a ese pasado que fue y que parece materializarse en el presente.
ResponderEliminarApuntada queda.
Un beso
Este olor, más que intenso, es pausado y poco a poco te embriaga. Una delicia de lectura. Espero que te guste si la lees.
EliminarBesos
Supongo que en parte leemos por eso: para "visibilizar" lo que no se ve, pero se siente, para material lo esencial de lo impalpable. No sé si fue en este blog donde he visto algún comentario de otro libro de Laura Restrepo, autora de la que no he leído nada, pero que tengo en cuenta. Además, dada mi anosmia, los libros que me hacen recordar cómo huelen las cosas (aunque sean las rosas invisibles) siempre los tengo en cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo
Los olores nos traen recuerdos porque nos hacen revivir sensaciones pasadas, y lo que nos queda de los libros que leemos es precisamente eso, sensaciones, lo demás, salvo detalles que nos impresionen especialmente, se va difuminando con el tiempo.
EliminarEste es el primer libro de Restrepo que asoma por el blog. Cuando leí los otros suyos ni soñaba con tener uno. Así que tuvo que ser en otro que lo vieras.
Los olores no, pero los recuerdos, con anosmia o sin ella, están ahí, y los libros son unos grandes rescatadores de recuerdos.
Un abrazo
He leído varias cosas de Laura Restrepo y todas me han gustado mucho.
ResponderEliminarNo hay nada que me traiga más recuerdos y me traslade de forma más real al pasado que los olores.
Ya sabes que no soy mucho de relatos cortos, pero tu reseña es de lo más tentadora.
Un beso.
Como viene así editado él solo, te haces a la idea de que es una novelita muuuuy corta, e igual cuela, ¿no?
EliminarYo te dejo el anzuelo echado por si acaso.
Besos
Si no me equivoco, vi que enseñaste una foto del libro en twitter e hice captura enseguida para buscar más sobre tu recomendación. Así que me viene estupenda tu reseña para decidirme a leerlo. De vez en cuando me gusta leer algo más lento pero sustancioso, así que lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarBesitos
Sí, me gusta ir dejando por las redes lo que voy leyendo aunque luego tarde un poquito más en asomar por aquí.
EliminarSí que es una lectura que a pesar de su brevedad, pienso que es para paladear lentamente.
Espero que la disfrutes.
Besos
Yo tampoco he leido nada de esta autora pero me llevo apuntada tu recomendación que me ha gustado mucho tu reseña. Besos
ResponderEliminarGracias. Es una autora que me gusta mucho. Me alegra saber que la vas a tener en cuenta.
EliminarBesos
Restrepo es una estupenda narradora. Delirio es una novela brutal, de las que dejan mucho poso. Gracias por esta hermosa reseña.
ResponderEliminarun beso!
Gracias a ti por pasarte.
EliminarBesos
No he leído nada de esta autora pero después de leerte no me queda más remedio que apuntaría. "recuperar cada instante, cada olor, cada tonalidad del cielo..." Olores y tonalidades, me parece que que al final del trayecto las sensaciones, los sentimientos, "olores y tonalidades" son los q cuentan verdaderamente. Me ha gustado mucho tu reseña Lorena
ResponderEliminarAl final es lo que nos queda: sensaciones, olores, recuerdos, el cómo nos sentimos. Mitificados por nuestra memoria y nostalgia, seguro, pero son los que componen nuestro bagaje emocional.
EliminarA Laura Restrepo siempre es un gusto leerla. Espero que te animes con ella.
Besos
El libro me suena bien, pero tengo difícil hacerle hueco >.<
ResponderEliminarVeo que la reseña forma parte de la iniciativa de leer a lectoras, ¿recuerdas que en una entrada antigua dije que intentaría leer a más mujeres (pese a no imponerme ningún reto)? Pues en eso estoy ahora, estrenándome con Marguerite Duras
Un abrazo.
AY, Marguerite Duras... Yo también debería estrenarme con ella.
EliminarUn abrazo
La verdad es que leer a Laura Restrepo es muy placentero. Muy buen libro con una reseña muy acertada. También leí y releí de ella "Delirio". Es de las novelas que te dejan huella.
ResponderEliminarDesde Venezuela, saludos Lorena. Muy buen blog el tuyo.
Carlos Bitter
'Delirio' aún lo tengo pendiente. Espero no tardar en ponerme con él.
EliminarGracias por tu visita.
Saludos