El baile - Irène Némirovsky
La cima de la vida debe de ser un espacio reducido, imposible casi de cohabitar, demasiado codiciado como para compartir. Resulta tentador un empujón involuntario, apenas un codazo no sabemos si intencionado. Nos aseguraríamos así nuestra permanencia en lo más alto, nos asentaríamos en la cima altivos y triunfantes. La subida puede ser tan larga... La caída, tan solo un instante.
"Fue un segundo, un destello inaprensible mientras se cruzaban "en el camino de la vida"; una iba a llegar, y la otra a hundirse en la sombra. Pero ellas no lo sabían."
Portada de El baile |
Antoinette, catorce años. Su cuerpo despierta a la vida, su mente alimenta su hambre con fantasías, su alma es un pozo de rechazo y resentimiento. Rosine Kampf, madre de Antoinette. Apura sus últimos años de juventud, ataja con despótico desdén la más mínima amenaza que le reste brillo. Los Kampf se han instalado en un lujoso piso de París, nuevos ricos ansiosos de reconocimiento social. Para ello deciden celebrar un gran baile, hay que agasajar, hay que deslumbrar. Antoinette quiere asistir, pero su madre se niega enérgicamente. Y Antoinette acumula rencor y deseos de revancha. Y su madre es miope a su propio reflejo personificado en su hija, tan ocupada en sí misma y en su momento de gloria. Se presenta la ocasión, un fugaz acto inconsciente que el silencio mantenido transforma en consciente. La anhelada venganza se cristaliza, y la cima de la vida tiembla imperceptiblemente durante el breve instante en que se cruzan los caminos de madre e hija.
La cima de la vida debe de ser un espacio reducido, eso espero, ya que en tantas ocasiones en ella solo reina la estupidez humana. Escribe Irène Némirovsky esta novela en 1928, misma época en la que la ambienta. París, locos años 20, vida disoluta, frívola, despreocupada. Curiosamente un año después, el Crack de la Bolsa de 1929 originaría la hasta entonces mayor crisis económica mundial (precisamente un golpe en la Bolsa es la responsable del nuevo estatus de los Kampf). Curiosamente, no lejos de allí, en Alemania, en esa misma década, surgía tímidamente pero con pasos seguros el nacionalsocialismo. Curiosamente, pocos años después, alcanzaría el poder, escribiría una de las páginas más negras de la historia y terminaría con esos años felices de entreguerras. La cima de la vida debe de ser reducida, y el tiempo de estancia en ella debe de serlo aún más. Como una justicia burlona y divina, el ascenso de unos se traduce irremediablemente en la caída de otros.
Irène Némirovsky a los 25 años, en 1928 |
Curiosamente (cuántas 'curiosidades'), Irène morirá en Auschwitz, y sin ella saberlo, mientras escribía "El baile", su destino ya había empezado a gestarse. Afortunadamente para nosotros (y más aún para ellas), sus hijas le sobreviven, y con ellas una maleta con textos inéditos de su madre (el que aquí nos ocupa ya había sido publicado). Entre ellos, la aclamada internacionalmente "Suite francesa". Pero volvamos a nuestra novela, o no, hay ocasiones en las que resulta harto difícil separar obra de autor. Sigamos pues con las curiosidades, premoniciones y coincidencias.
Antoinette procede de una familia convertida al catolicismo pero de origen judío. La misma ascendencia religiosa profesa Irène y al mismo credo que la más joven de los Kamp se convertirá después. Su origen judío le impide sin embargo obtener la nacionalidad francesa, a pesar de llevar años afincada en un país al que llegó de joven junto a su acaudalada familia huyendo de la Revolución Rusa, y cuyo idioma su obra ya empezaba a engrandecer literariamente. Ambas comparten también una infancia solitaria y una relación distante y complicada con sus respectivas madres. No será "El baile" la única de las novelas de Némirovsky en las que la figura materna no resulta bien parada, se repetirá esta circunstancia en "Jezabel". En su primer éxito literario, "David Golder", el protagonista en cambio es un rico banquero que recuerda al padre de Irène en algo más que su profesión. Serán precisamente estas dos últimas novelas citadas, el único contenido encontrado en la caja fuerte del apartamento parisiense de la madre de la escritora tras su muerte. En su última novela, Irène aparcará las influencias familiares pero no así su admirable capacidad de trasmutar su aguda percepción de su entorno en palabras. La Ocupación reina en las calles de París e impregna las páginas de una obra que quedó inconclusa al igual que su propia vida.
La que no quedó inconclusa, sino que además se corona con un brillante final, es la novela que hoy os traigo y a la que ahora sí que regreso definitivamente. Breve, concisa, enorme en su sencillez. La economía y precisión de palabras de Némirovsky se alza en un prodigio de agudeza y de percepción psicológica que funciona con la impecable determinación de un reloj suizo durante su lectura, y que nos explota como una bomba de relojería después. "El baile" es de esos libros que cuanta más distancia se pone de su lectura más gusta. Como si hubiese que alejarse de esa cima imaginaria para advertir su temblor y su peligro. Como si desde ese elevado y aparentemente privilegiado puesto, nos fuese negada la visión de lo que realmente es la vida.
"De pronto se sintió poseída por todo su futuro, sus jóvenes fuerzas intactas, su capacidad para pensar: "¿Cómo se puede llorar de esa manera por algo así?.. ¿Y el amor? ¿Y la muerte? Un día morirá... ¿Lo ha olvidado?¿Así que también las personas mayores sufrían por cosas fútiles y pasajeras? Y ella, Antoinette, les había tenido miedo, había temblado delante de ellos, de sus gritos, sus cóleras, sus amenazas vanas y absurdas..."
Bridge over Sena river. Fotografía de Pedro Paulo Boaventura Grein |
Ficha del libro:
Título: El baile
Autora: Irène Némirovsky
ISBN: 978-84-9838-023-1
Editorial: Salamandra
Año de publicación: 2006
Nº de páginas: 96
Llevaba algún tiempo con ganas de leer algo de Irène Némirovsky. La casualidad quiso que su invitación de baile me llegase en pleno parón bloguero y en medio de una autoimpuesta sequía lectora, y a pesar de ello o precisamente por ello, no pude ni quise rechazarla. Me eximió además de elegir título personalmente, motivo por el que muchos grandes autores que me reclaman siguen injustamente relegados en mi lista de eternos pendientes. Tengo sin embargo la sensación de haber leído con este libro muchos otros de su autora, y ello a pesar de su brevedad. Será el trabajo de documentación al que me han 'obligado' las especiales circunstancias de su lectura, trabajo que acostumbro a realizar en muchas ocasiones bien por curiosidad propia, bien por respeto hacia vosotros, bien porque mis propias reseñas me enredan y me impelen a ello. En cualquier caso, como casi siempre, las lecturas llegan en el momento propicio. Y las reseñas también. Esta en concreto lleva tiempo escrita, y no ha sido hasta hoy que ha visto la luz. Porque sí, vuelvo al blog (si es que alguna vez me he ido), seguimos camino. ¿La meta? Hace tiempo que aprendí que no hay cima que alcanzar, que la victoria consiste en saber disfrutar del camino. Espero que queráis disfrutarlo conmigo.
Cambios en el blog ! Me gusta. Yo hace tiempo que quiero leer a esta autora, aunque el que tengo es Suite Francesa, pero este también tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarUn beso
"Suite francesa" también está en mi lista.
EliminarMe alegra que te gusten los cambios.
Besos
Me lo apunto, tiene buena pinta. Me gusta el nuevo aspecto del blog.
ResponderEliminarun beso ;)
Buena pinta y buenísmo libro. Espero que te guste si lo lees.
EliminarBesos
Hola Lorena:
ResponderEliminarVeo que como me sucede a mí has decicambiar el look de! blog. Me gusta; es atractivo y sencillo al mismo tiempo.
De Irene Nemirovsky he ler"Suite francesa" que me encantó; y la que tú comentas no la he leído pero sí he visto una adaptacion teatral que se hizo de la misma. Me gustó muchísimo.
Me alegra muchisimo que retomes el blog. Ya notaba yo tu ausencia y es que reseñas tan bien hechas como las tuyas no creas que se leen muchas, Lorena.
Un beso
Gracias, Juan Carlos. Más me alegro yo de haberlo retomado.
EliminarHubo una adaptación de este libro que combinaba el teatro con la danza. No sé si es esa a la que te refieres o si hubo alguna adaptación más. En cualquier caso me alegra que te haya gustado. A ver si ahora que te la recuerdo te animas a leer el libro.
Besos
Me atrae lo que cuentas sobre El baile, pero me apetece muchísimo empezar primero con Suite francesa, aunque éste caerá fijo también.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
"Suite francesa" era un firme candidato para estrenarme con Némirovsky, pero al final se me cruzó este y aqué está.
EliminarBesos
Con este libro me estrené con la autora y me conquistó completamente. Que la victoria consiste en saber disfrutar del camino... Gran frase con la que estoy completamente de acuerdo. Aunque a veces se nos olvida disfrutar de ese camino...
ResponderEliminarBesotes!!!
Y tanto que se nos olvida. No viene mal recordarlo de vez en cuando.
EliminarBesos
Cuanto me alegro de que vuelvas y así poder disfrutar tus magníficas reseñas. Leí "El baile" hace años y me gustó mucho, pero nada comparable a lo que me supuso "Suite francesa" y el saber que la autora había muerto antes de terminarlo y en las circunstancias en que murió.
ResponderEliminarYo podría hacer un parón bloguero, pero creo que si tuviera que hacerlo lector, me moriría de tedio y angustia. ¿Cómo lo consigues? Porque por otra parte, pienso que debe de ser sano para la mente.
Un beso.
La época en la que fue escrito, el que ella la viviera en primera persona, me imagino que tocarán al lector emocionalmente más que "El baile".
EliminarParón lector casi, casi, aunque no del todo. Hay gente que dice que tiene crisis lectoras. Yo nunca he tenido ninguna. Las épocas en las que he dejado de leer ha sido por imperativo, normalmente por no disponer de tiempo. En este caso pensaba rebajar el ritmo pero al final se me acumularon cosas y decidí hacer un parénteisis, porque me conozco, y se que me pongo a leer, quiero más, y tenía que dedicar el tiempo a lo que lo tenía que dedicar. También pienso a veces como tú que leer tanto no es muy sano para la mente, no te creas. Pero bendita locura la nuestra, ¿verdad?
Besos
Me apunto a esa locura a perpetuidad.
EliminarBienvenida Lorena, hace tiempo que me dijeron justo esa frase: que no se nos puede olvidar disfrutar el camino, que es tan o más importante que llegar a dónde queramos llegar y es así, todos esos pasos que vamos haciendo.
ResponderEliminarNo he leído a Irene Nemirovsky aunque la tengo pendiente como tantas otras porque el tiempo no llega para todo, pero he apuntado "El baile" igual que "Suite francesa", me gustan estas novelas en las que se ahonda en la psicología de las relaciones, me ha interesado esa relación complicada con su madre.
Y yo soy de las que disfruta conociendo más cosas de las vidas de los autores que nos presentáis, me gusta verlas a través de esos fragmentos de vida que hacen entender un poquito más sus libros.
El cambio de look del blog, muy bonito.
Un abrazo
Es que no llegamos a todo lo que queremos leer, es imposible. Por eso el leernos entre nosotros nos permite en cierto modo conocer libros y autores aunque sea a través de la mirada de otro. Pero todo suma, ¿No crees?
EliminarUn abrazo
Este "librito" es un golpe en la mesa, aparentemente una pataleta pero como cuentas, encierra muchas lecturas. Con la autora también empecé por aquí, luego, cuando descubres su vida te convences del todo y pides saber más. Siempre se ha dicho que se escribe en función de lo que se vive, de alguna manera tenía que "mostrarlo".
ResponderEliminarBesos
Pues sí, tenía que mostrarlo y lo hace de una manera asombrosa. Según lo lees parece una historia simple, pero luego todo crece de una forma soberbia. Seguiré tu camino y leeré más de ella.
EliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarMe has marcado con la siguiente frase: 'Como una justicia burlona y divina, el ascenso de unos se traduce irremediablemente en la caída de otros.' Que gran verdad y que injusticia.
Hace un tiempo me estuve informando sobre la vida de esta autora, y tengo pendiente de leer Suite francesa.
Me has dejado con muchas ganas de leer a la autora y espero no tardar en hacerlo.
Un beso
Yo también espero que no tardes porque creo que te va a encantar.
EliminarBesos
Tengo una cita pendiente con la gran Némirovsky, aún no la he leído a pesar de tener dos obras suyas en casa, “Suite francesa” y otra menos renombrada “El niño prodigio”, una novela escrita cuando era muy joven, creo que con 24 años, y ya se atrevió con esta especie de cuento filosófico, según reza en la contraportada, tiene buena pinta.
ResponderEliminarPor lo demás una estupenda reseña, como todas las que leo aquí. Qué gran verdad cuentas al final, esas líneas en negrita, todos los días lo constato mientras doy un paseo tempranero por el campo, ciertamente así debería ser, Lorena.
Un abrazo
Una gran verdad que no viene mal redordar de vez en cuando.
EliminarNo deje mucho más a la Némirovsky esperando en la estantería.
Un abrazo
Pues yo me estrené con "Los perros y los lobos" y como casi todo el mundo, también tengo en lista "Suite Francesa". Está claro que algunos libros nos llegan como caídos del cielo y este en concreto te ha permitido recuperar la senda lectora y bloguera, todo en uno. Seguimos leyéndonos, Lorena y sobre todo: sigue leyendo y escribiendo.
ResponderEliminarPues sí, como caído del cielo para aplacar mi sede lectora y porque si no, vete a saber cuánto más hubiese hecho esperar a esta grandísima escritora.
EliminarLos que tenemos inoculado el veneno por la lectura y además sentimos la necesidad de darle salida mediante la escritura, bien lo sabes, no podemos alejarnos demasiado de ello. Otra cosa son las piedras con las que nos tropecemos en el camino.
Un abrazo
Precisamente la última vez que fui a la biblioteca estuve a punto de cogerlo, la próxima caerá sin duda...y de paso me estreno con su autora.
ResponderEliminarBesitos
Pues será una magnífica elección. Que lo disfrutes.
EliminarBesos
Me encanta Némirovsky aunque siempre tengo la sensación de que hay un punto de desencuentro, pequeñito, pero ahí está. Este libro lo leí en la Fnac. En una sentada. Y después de leerlo, me lo compré. Porque en verdad es una genialidad condensada en varias páginas, pero con mucho mas contenido y lecturas de las que en una primera (lectura) pueda parecer.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues menos mal que al final lo compraste, porque no te estarían mirando muy bien los de la Fnac, me imagino ;)
EliminarAhora en serio. El libro es tan aparentemente sencillo y está tan magnífiamente orquestado, que cuanto más lo pienso más me maravillo. Y no es nada fácil hacer eso. Una maestra, Némirovsky.
Un abrazo.
Me encanta la autora, su forma de escribir tan elegante, es una maravilla leerla.
ResponderEliminarBesotes
Una grande de las letras, sin duda. No sé por qué he tardado tanto en estrenarme con ella.
EliminarBesos