Tres mujeres - Sylvia Plath

Tres mujeres. Tres bebés. Tres idiomas. Tres voces.

La mujer que asume la maternidad, la que no la alcanza, la que la rechaza. El bebé nacido y aceptado, el no-nacido, el que no debió nacer. El inglés original de Sylvia Plath, la traducción al español de María Ramos, las ilustraciones de Anuska Allepuz. ¿Tres voces? ¿Una sola? ¿Múltiples voces?

Sylvia Plath escribió su poema Tres mujeres con la intención de leerlo en voz alta. Lo lee en la BBC en 1962, un año antes de su muerte, y la experiencia es tal que desde entonces cambia la forma de concebir sus poemas. Por ello pienso que ha sido un acierto realizar una edición bilingüe y que, por tanto, incluye el poema original en inglés, porque así se puede apreciar toda su sonoridad, un detalle más para contribuir a la exquisitez que es esta edición ilustrada de Nórdica.

La madrileña Anuska Allepuz pone imagen, a través de ilustraciones sencillas y sugerentes, a esta historia poemada cuyo centro neurálgico es la maternidad de un hospital. Allí acuden tres mujeres a vivir tres experiencias muy diferentes: la realización de ser madre, la interrupción involuntaria de un embarazo y el dar a luz a un bebé no deseado. Con voces alternas van expresando sus sentimientos desde la llegada al hospital hasta pocos días después de la salida. Sentimientos que se intrincan, que se confunden,  se mimetizan y se intercambian. El miedo, la esperanza, el dolor, la impotencia, la responsabilidad ante el nuevo ser y ante el mundo, la irreversibilidad, la carencia, la falta de libertad, la oscuridad de dar a luz,... Ganas me dan de dejaros versos sueltos y jugar a que adivinéis a quién pertenecen. ¿A quién? A Sylvia Plath, que recurre con igual maestría a elementos poéticos que a detalles poderosos por su cotidianidad: la luna, el grito rojo, la montaña, los dedos como estacas, el carmín de labios, el vestido que ahora queda grande,... Belleza que remueve y que traspasa.
limpia y brillante por los desinfectantes, me sacrifico.
¿Y qué, si entre mis caderas se escurren dos vidas?
He visto los instrumentos de la habitación blanca y limpia.
Es un lugar de gritos. No feliz.
me están cosiendo con seda, como si fuera una tela.
¿Puede la nada ser tan pródiga?
Espero y me duelo.
Tres mujeres. Tres voces que son un solo grito tridimensional. Os dejo con una pequeña parte de ese aullido, las bellas y poderosas ilustraciones de Anuska Allepuz y un enlace en el que podéis acceder a un audio con la lectura del poema en su idioma original. Lástima que no sea la voz de Sylvia Plath.
There is no miracle more cruel than this.
I am dragged by the horses, the iron hooves.
I last. I last it out. I accomplish a work.
Dark tunnel, through which hurtle the visitations,
The visitations, the manifestations, the startled faces.
I am the center of an atrocity.
What pains, what sorrows must I be mothering? 
Can such innocence kill and kill? It milks my life.
The trees wither in the street. The rain is corrosive.
I taste it on my tongue, and the workable horrors,
The horrors that stand and idle, the slighted godmothers
With their hearts that tick and tick, with their satchels of instruments.
I shall be a wall and a roof, protecting.
I shall be a sky and a hill of good: O let me be! 
A power is growing on me, an old tenacity.
I am breaking apart like the world. There is this blackness,
This ram of blackness. I fold my hands on a mountain.
The air is thick. It is thick with this working.
I am used. I am drummed into use.
My eyes are squeezed by this blackness.
I see nothing.

No hay milagro más cruel que este.
Me siento arrastrada por caballos, cascos de hierro.
Aguanto. Permanezco. Cumplo una función.
Túnel oscuro a través del cual se precipitan visiones,
visiones, manifestaciones, los rostros exaltados.
Soy el centro de una atrocidad.
¿Qué dolores, qué tristezas estoy engendrando? 
¿Puede tal inocencia matar y matar? Ordeña mi vida.
Los árboles se marchitan en la calles. La lluvia es corrosiva.
Lo percibo en mi lengua, los posibles horrores,
los horrores que aguardan, quietos, las madrinas ofendidas,
el tic-tic de sus corazones, sus bolsos llenos de instrumentos.
Seré muro y tejado, protectora.
Seré cielo y colina de bondades: ¡Oh, déjame en paz! 
Un poder crece en mí, una antigua tenacidad.
Me abro, como el mundo. Hay oscuridad,
un golpe de oscuridad. Cruzo mis manos sobre una montaña.
El aire es denso. Denso ante este esfuerzo.
Me siento asustada. Manipulada.
Mis ojos se cierran ante la oscuridad.
No veo nada.









Ficha del libro:
Título: Tres mujeres
Autora: Sylvia Plath
Ilustradora: Anuska Allepuz
Traductora: María Ramos
Editorial: Nórdica
Año de publicación: 2013
Nº de páginas: 104
ISBN: 978-84-15717-61-4





Si te ha gustado...
¿Compartes?
      ↓

Comentarios

  1. Lo de que esté en forma de poema me disuade, la verdad. Me parece interesante el planteamiento, y en prosa no lo dudaría, pero así, no me veo leyéndolo.
    Las ilustraciones son preciosas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te comprendo. Yo tampoco soy de leer poesía. Supongo que por miedo a no alcanzar a entenderla, pues es lo que me sucede muchas veces con ella. En este caso no ha sido así, ha sido más como leer una pequeña historia (o tres entrelazadas) poemada, si se me permite la expresión que ni siquiera estoy segura de que exista. Y ha sido una muy buena experiencia. Pero entiendo tu renuencia.
      Besos

      Eliminar
  2. Qué maravilla de edición! Y llevo un tiempo que tengo a este género abandonado. Creo que este libro sería una muy buena forma de volver. Y así también estrenarme con la autora.

    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las ediciones ilustradas de Nórdica son una pasada. Imposible resistirse a ellas.
      No sé si es el mejor libro para estrenarse con Sylvia Plath pero ha sido con el que yo lo he hecho y he quedado muy satisfecha. Hacía tiempo que le había echado el ojo.
      Besos

      Eliminar
  3. Hola Lorena no conocía este libro y me parece muy interesante ese conocer esas tres circunstancias y todos los sentimientos que se mueven y se remueven en ellas desde la maternidad buscada, a la maternidad evitada o aquella maternidad que no se quiere y lo que implica cada circunstancia. Muy interesante y supongo que puede llegar a ser muy emotivo y muy duro.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como le comento a Margari, hacía tiempo que le tenía echado el ojo a este libro. El tema me parece un caramelito. Sorprende la mezcla de sentimientos que tienen las tres mujeres y más aún el que no difieran tanto los de unas de los de otras teniendo en cuenta las diferentes circunstancias con las que afrontan su maternidad. Aunque lo mejor, sin duda, es la forma que tiene de transmitírnoslo Sylvia Plath.
      Besos

      Eliminar
  4. Frecuento con cierta regularidad la poesía, la verdad es que cada vez me gusta más, y bastantes noches es lo que único que leo mientras me va venciendo el sueño. El tema de la maternidad, la relación madre e hij@, siempre me ha intrigado mucho, no sé si con una curiosidad morbosa, antropólogica, filosófica... o todo a la vez, hay un lenguaje no escrito entre madre e hijo que me fascina por todo lo que comunica sin articular palabra, por supuesto también hay otros aspectos relacionados con la maternidad menos luminosos. Que una poeta como Silvia Plath explore todos esos territorios que rozan el milagro y también lo trágico de la maternidad me parece muy tentador.

    Yo observo a mis hijas, que me adoran, relacionarse con su madre... y percibo que hay "algo" de hondo calado entre ellas que se me escapa... que no logro captar, como si fuese una parcela íntima que me está vedada... ya digo, muy intrigante.
    Un abrazo Lorena!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta lectura, en cambio, ha sido para mí un coqueteo con la poesía. He leído poemas sueltos de diferentes poetas. Leí también un libro maravilloso sobre poetisas que se habían suicidado o tenido muertes extrañas que mezcla biografías con poemas y que me encantó. Pero este, a excepción de un libro de poemas de 'mi' Marina Tsvietáieva, es el primer libro íntegro de poesía que leo.
      Tienes razón, Paco. Supongo que el embarazo y el parto crean un vínculo diferente con los hijos, y eso que yo siempre soy muy reivindicativa con la figura paterna. Pero algo hay ahí, un lazo invisible que a veces une y otras ahoga. Un algo indescriptible y fascinante.
      Un abrazo

      Eliminar
  5. Como te dije por twiter me encanta Sylvia Plath. Ahora que tanto protagonismo (justo, sin duda alguna) están tomando las mujeres es justo reconocer a estas pioneras como la Plath. Su vida fue muy complicada, pero su legado es magnífico.
    La edición bilingüe es lo oportuno pues la sonoridad no se percibe igual en una traducción por buena que esta sea.
    ¡Ah, y la música que has puesto a esta entrada me ha encantado, Lorena!
    Un post precioso por fuera y por dentro.
    Muchos besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. quería decir el video de youtube

      Eliminar
    2. Pues sí, ideal para leer en inglés y que no se escape esa sonoridad primigenia, y para apoyarse en la traducción al español y que no se nos escape ningún significado.
      Gracias, Juan Carlos.

      Eliminar
  6. Yo con la poesía no me llevo bien, y ya me sabe mal ya.
    Un beso ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tampoco yo me prodigo demasiado en ella, pero a veces hay cosas que apetecen.
      Besos

      Eliminar
  7. No conocía a esta autora. Un saludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por tu tiempo.
Participa siempre con libertad y respeto.
Por favor, no dejes enlaces a otras webs o blogs. Si quieres ponerte en contacto conmigo por motivos ajenos a esta entrada puedes escribirme a mi dirección de correo electrónico. Búscala en la pestaña Información y contacto.